Los Beatniks graban en 1966 el primer disco del rock nacional: Rebelde
Rock Argentino
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TanguitoTanguito

Dicen que era insoportable, que nunca llegó por que no tenía con qué. Otros dicen que estaba rodeado de gente que lo consideraba un genio, pero que apenas tenía un poco de éxito le tiraban la moral al suelo acusándolo de vendido. Las anfetaminas y los picos lo mantenían en pie. Pero nadie era mas libre que él. Las poesías de Tango...no sonaban a hoy, sino a mañana.

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Pipo Lernoud Pipo Lernoud, poeta, fotógrafo, director del Expreso Imaginario

La Perla (Pueyrredón y Jujuy). Se llegaba al salir de la cueva, caminando lo mas derecho posible hacia la izquierda unas 20 cuadras. "En ese lugar se armaba una cosa muy caliente. Todo el mundo traía su cuadernito, su libretita, sus papelitos donde tenía anotado algo. Una canción o una frase que había leído. No era que nos sentábamos y nos quedábamos callados. Era todo el tiempo divague, conversar mostrar lo que teníamos escrito" (Pipo Lernoud, poeta, fotógrafo, director del Expreso Imaginario).

"-La letra de Amor de Primavera no es de Tanguito es de Hernán Pujó.
-Y porqué no figuró?
-Y...porque Tango tampoco me hizo figurar en La Princesa Dorada, yo lo conocía como la puta madre, pero nunca supe si se hacía el sota o si era un turro...aunque fuera a un nivel muy lindo. Era capaz de afanarte la viola. Decía ´A ver, prestámela que voy a tocar a lo de un amigo que vive a dos cuadras...´ se iba, y cuando lo veías de nuevo y le preguntabas sobre la viola, te contestaba: ´ah, no, vos sabés que me la pidió un primo mío que se iba a Mendoza...El tipo cobró la guita de La Balsa, que en esa época era una cantidad alucinante, fue a una disquería y dijo: ´El mejor, grabador, el mejor tocadiscos, todos los discos que tenga...´ una montaña así de discos importados...se metió en un taxi...y cuando bajó del taxi se lo olvidó todo arriba" (Pipo y Grinberg)

Allá a lo lejos puedes escuchar / a un amor de primavera / que anda dando vueltas. / Dame el barril de lluvia / y toma una copa / que el hombre de cristal / volverá a vibrar / y veras que todo vuelve hacia ahora / aqui, allá y en todas partes. (Tanguito / Amor de Primavera, del único LP que se editó...aunque demasiado tarde)

Tanguito

Moris: Era alguien que tenía mucha timidez, que por un lado quería triunfar en la música, y que por otro hacía todo lo contrario como para nunca poder trabajar.

Miguel Abuelo: Era un tipo consciente de su extravío pero sentimental como un animal. Cuando cantaba se te erizaba la piel.

Pipo Lernoud: Era un tipo atractivo, tenía una sonrisa encantadora, una mirada súper nostálgica. Ojos grandes y negros.

Rocky Rodríguez: Tango era un tipo querido casi por todo el mundo, mas que nada por su inocencia. Era como un pibe, entendés. Tango era un tierno, no era ningún héroe. Era un chico grande. Con una candidez provinciana, por ahí mezclada con una picardía suburbana, de Caseros. Él sabía que la suya no era la picardía de barrio. Por ahí tenía otro sueño, algunos sueños que no eran de barrio.

Litto Nebbia: Tango era un poco divagante. Creo que intentaba escaparse de su casa, porque evidentemente se encontraba mejor afuera con amigos, tocando la guitarra y cantando.

Marcela Pascual: Siempre se reía, su manera de comunicarse era a través de la risa. Hablaba poco y entrecortado.

Pirimpimpín: Lo que recuerdo es que tenía una cuestión especial de atracción, una nube de magia a su alrededor.

Pipo Lernoud: Javier Martínez era transgresor por divertirse. De eso era totalmente consciente, decía: "Hoy me dejo las patillas así, jajaja me cago en todo". En cambio Tango no, no era transgresor. El soñaba que estaba en Liverpool o en San Francisco, vivía mucho en la película. No estaba vendiendo ninguna imagen, en todo caso se la compraba.

Javier Martínez: Tanguito era... muy divertido. Nada intelectual, todo lo contrario a lo que por ahí podíamos ser Moris o yo. Era un tipo que no leía, no le interesaban los temas filosóficos. Cultivaba un cierto aire bohemio extravagante que sabía que divertía a sus amigos. Y lo hacía a conciencia. Nosotros siempre encontrábamos un motivo para reírnos, pero no burlarnos, sino reírnos de una actitud que por ahí tomaba. Porque creaba situaciones graciosas. Un tipo que estaba siempre detrás de una nueva canción, siempre buscando ir a algún lado para tocar.

Rocky Rodríguez: Lo veo saludando cuando llegaba a La Cueva. Porque hacía como una especie de entrada triunfal. Hacía su showcito. Tango era un artista. Soñaba con la fama, creo.

Miguel Abuelo: En aquella época se usaba el pelo lacio. Pero Tango lo tenía ondulado. Entonces se ponía una media en la cabeza para achatárselo.

"A mi que me importa que el hombre haya llegado a la luna, si vivo todo el tiempo en las estrellas" (Tango)

Pipo Lernoud: Me parece que eso no lo puede haber dicho Tango. Mas bien podría haber dicho: "No, la luna para qué, yo me quedo en las estrellas". Algo medio confuso, no una frase matadora. Tango no era un tipo de hablar en síntesis. Si vos lees sus canciones, están mal escritas.

Moris: Era un guacho tambien. El tipo cantaba Errol Flynn, El ciudadano, De nada sirve, y cuando le preguntaban quién era el autor, decía: "Yo".

Silvia Washington: No era un lumpen arrabalero. Era un...marciano. No tenía nada que ver con un negro ordinario. Era un tipo refinadísimo pero no en cuestiones formales de la sociedad, sino de su ser. Estaba socialmente fuera de lugar. Fijate que fue pareja de Marcel Pascual, recontraaristócrata y de Graciela Dellepiane, también aristócrata. Y no creo que entre ellos hubiera mucha diferencia en cuanto a gustos. Otra cosa: Tango leía a Gurdjief, a Baudelaire...

Era un tipo que no leía, no le interesaban los temas filosóficos (Javier Martínez, mas arriba)

MIguel Grinberg: Tanguito no amasó ni poder ni gloria ni dinero, se le conoce sólo una docena de temas, a La Fábula fueron 40 personas, y en Festival Beat del Nacional lo sacaron a los empujones porque era insoportable.

Miguel Abuelo: Siempre se cambiaba de nombre: Tango el Protestón, Donovan, Ramsés, Susano Valdéz. Era un zarpado... cuando planeaba su futuro artístico, siempre decía que iba a formar un grupo que se llamaría Drago y sus Matafuegos.

Alex Piedras: Yo llegué a conocer a la abuela de Tango. Vivía en el fondo, era negra.

Billy Cafaro: Yo fui un producto de la maquinaria. En ese tiempo se fabricaban ídolos. Lo que no se sabe es que atrás de eso, había talento. Yo gritaba, pero gritaba afinado. Yo la pegué aunque lo que hacía no me gustaba.

Pajarito Zaguri: Con Moris fuimos a dar la prueba al Club del Clan. Pero cuando nos quisieron imponer canciones, no aceptamos. Yo rendí la prueba con Palito Ortega y Johny Tedesco, me llevó Lalo Fransen cuando era Danny Santos con "Los Platers-220 voltios en rock". Yo quería cantar rock and roll pero me querían disfrazar de no se que cosa...como a Nicky Jones que lo disfrazaron de hawaiano. El quería hacer rythm and blues negro con algo de jazz. Era muy bueno Nicky Jones.

Miguel Abuelo: Después de Billy Cafaro me gustaron Johny Tedesco y Nicky Jones. Me parecían buenísimos. Los pibes tenían buena parada, nunca pensé que eran de plástico. Bueno, si, después de un tiempo me di cuenta de que eran de plástico.

Omar Pulcini (de Los Dukes): Cuando nos quedamos sin cantante puse un aviso en el diario, y ahí apareció Tanguito un día de semana. Fueron varios pibes pero quedó él, porque esa voz medio ronca que tenía me llamó la atención, me pareció comercial. También me gustó que era un personaje un poco distinto.

Buby Melli: Lo citamos un día, a una hora determinada y ahí estábamos, esperándolo. Beatriz (Lupo, directora de Music Hall) nos decía: "Viene el chico éste?". Llegó como dos horas tarde, todo apurado masticando chicle: "No sabés se me hizo tarde, entendeme, yo vengo de Caseros, el tren andaba mal". Le pedimos que cantara y vimos que tenía una voz interesante, no gran cosa pero sí poco común:

Estando bailando en una fiesta / vi una linda chama que me miraba / Pronto yo la invité a bailar / y ella no se me negó / por lo que de contento / me puse loco.

Cuando yo me empecinaba a bailar / con asombro vi que no se movía / Le pregunté si sabía bailar y ella me contestó que no / Ustedes imaginan lo que yo pasé. /

De repente comenzamos a bailar a los saltitos / Así me asombré era durísima al bailar / Le pregunté como se llamaba / me dijo su nombre y era Pancha / Y haciendo sonrisas y simpatías / nos conocimos y salimos. / Y ahora mi nena sabe bailar.

(Mi Pancha, de Tanguito pero se editó firmado por Los Dukes)

Beatriz nos llamó a la cabina y nos dijo: "Me parece que el pibe puede andar. Ese tema es tuyo, querido? esta semana tenemos que grabar. Podemos poner ese tema, es lindo". El pibe entonaba bien, tenía cierta particularidad en la voz como Dyango, podría decir.

Omar Pulcini: Tanguito tenía mucha escena. Trabajaba suelto, no hubo que manejarlo con la escena.

Horacio Martínez: Yo lo conocía a Tango cuando cantaba en Los Dukes. Fue en el 64, en un baile en Flores. Era un buen showman, tenía buena parada. Eso me llamó la atención.

Carlos Javier Beltrán: Nuestro representante se llamaba Pedro Santagada.

Buby Melli: Teníamos una actuación y Tanguito no llegaba, no llegaba. Por ahí cae acompañado por un policía. Nos dijo: "No sabés que pasa, yo estoy saliendo con una piba casada, y el marido se enteró, y me denunció, te das cuenta?" Ahí nomás le dije: "Bueno pibe, escuchame una cosita, estos quilombos, no, no, no". El policía nos dijo: "Mire esto es una gauchada del comisario. El pibe nos explicó que tenía que actuar, y como no le creíamos, el comisario me pidió que lo acompañara para ver si era cierto. Así que van a tener que acompañarme para arreglar ésto."
Me acuerdo que en el Club Comunicaciones, donde se hacían unos bailes de carnaval fabulosos, el único músico que rompía los tubos fluorescentes era Tanguito, porque se movía mucho cuando cantaba. Entonces le pedí "Tango, escuchame una cosita, vos no te arrimes tanto a la orilla del escenario, porque apenas le pegas al tubo explota. Cantá mas tranquilito, pibe. O nos vamos a quedar sin laburo".
En aquel momento era un pibe sano, no andaba en nada de drogas. Los problemas que tuvo con nosotros fue por loquito. Conducta irregular. Nada mas, porque era un pibe con un corazón de oro.

Omar Pulcini: No alcanzó a estar un año en el grupo. Se fue porque me dijo que tenía la oportunidad de grabar en la RCA con el nombre de Ramses VII, y yo no me opuse porque sus vicios empezaron a traerle problemas.

Bochi Iacopetti: En el escenario mataba. Además tenía un lindo cuerpo, una buena parada. Acá nunca se cantó bien, imaginate un país donde Palito Ortega era el rey, y donde hoy Fito Páez canta como hablan los pibes. Tanguito era mas que muchos. Hoy, por un tipo como él, a mí, que soy productor, se me cae la baba. Toda su timidez que tenía abajo, en el escenario la revertía. Su cuerpo era moderno. De pedo, porque era totalmente antigimnasia.

Lo que hacía en el escenario no era nada común. Por ejemplo en un momento del show se ponía una media en la cabeza. Eso que empezó a verle después alguna gente en el mini show de La Cueva, venía de antes. ¡Lo dela media lo hacía con nosotros en un conjunto popular!. Encima se puso un balde en la cabeza. Después se bajaba del escenario y se tiraba en el piso mientras la gente bailaba.

Pirimpimpin: Todo lo que cuente Marcela es posta. Ella era el gran amor de Tango.

Marcela Pascual: Despues de aquel primer encuentro en La Academia, nos volvimos a ver en La Paz. Y de ahí, con un grupo de gente fui por primera vez a su casa en Caseros. Cuando llegamos nos hizo quedar en la cocina, el se fue y no pareció por un buen rato. Deben haber sido las cinco o las seis de la mañana. Después me enteré que había estado arreglando su cuarto para que entráramos. Había traido la TV, el aparato de música, todo lo que tenía y por ahí estaba desparramado por el resto de la casa. Eso no me llamó la atención en ese momento, pero después me di cuenta de que dentro del mambo que todos teníamos en esa época, Tango había tenido todo un gesto al arreglar su cuarto para que nos sintiéramos mejor atendidos. Divino.

Marcela Pascual: Creo que Tango estaba a la expectativa, pero no se si después podía concretar un seguimiento. Pero que internamente estaba interesado, sí. Le costaba tomarse un compromiso, tener una disciplina. El quería pero despues no podía.

"¿Es usted un artista como los demás, se promociona, tiene representante?

-Tenía representante, pero me negó. Dijo que gastaba mas en pagar multas y sacarme de las comisarías que lo que ganaba con mis actuaciones.

¿Cual es nu nombre artístico?

-Hasta ahora fue Ramsés, pero grabaré como Ramsés VII. Me pusieron así porque dicen que empleo mucho la séptima en la guitarra.

Apareció en el local a la una de la mañana, vistiendo pijama floreado, tiro una frazada y una almohada sobre el piso y se acostó a dormir.

-El público se dio cuanta de que se trataba de una provocación. Me gritaron "payaso". Como si eso pudiera ser un insulto, como si un arte cualquiera pudiera ser un insulto. Yo me subía a una mesa. Les pedí que no se asustaran y traté de explicarles lo que era un happening. Pero no hubo caso, y los Guantes Negros estaban de parte de ellos, vociferando tambien en contra mío. Yo estaba tranquilo a pesar de todo, porque me dejaba llevar por mi auténtico estado de ánimo. Despues tuve que volverme a dedo. Ahí terminó mi aventura sureña." (nota en revista Asi)

Miguel Abuelo: Silvita Lachupa apareció en la plaza. Una mañana estábamos durmiendo al sol, todos tirados en el pasto, y entre sueños sentí que me estaban cazando la pija. Me desperté y una minita me había desabrochado la bragueta y estaba chupándome. Era Silvita. después de ese día y porque siempre estaba en esa historia, fue Silvita Lachupa. Fue novia de Tango, bah, fue medio novia de todos. Yo le hice una canción, pero no le puse Silvita sino Sara. Ahora no se donde est{a. Me dijeron que terminó hecha mierda y se fue a Israel. Me gustaría saber qué es de su vida. Mataba Silvita.

Pipo Lernoud (el poeta...): En el grupo de la Cueva había minas del Moderno de Maipú, donde estaba la libertad sexual, escritoras, pintoras y escultoras, y tambien venían las minas del ambiente de los músicos. Vos sabés, vieja data, esas minas son de coger y de cambiar pareja, pasaban de uno a otro. Habia como un poco de amor, no era solo el garche. Había algunas que eran mas giradoras, ya era mas reviente. Eran mas pendejas que iba y se las cogía cualquiera.
Tango era un tipo muy seductor. Suponete, venía acá y había ocho flacos y una mina. Y el tipo no se sentaba al lado de la mina para chamuyarla, no le daba bola. La mano se daba porque la mina veía que el tipo tenía un encanto alucinante. Así ganaba.

Pajarito Zaguri: tenía exito con las minas, pero no se cómo hacía. Porque Javier y yo nos ocupábamos de plantear estrategias de abordaje. Y Tango se las ganaba sin hacer nada.

Pipo Lernoud: Era muy puro, sabés. Por ejemplo, todos hablábamos de coger, y él jamás en esos términos. Era como medio puritano, que se yo. Tená algo subyugante, y viste como es el fato: las minas se vuelven locas con la pureza y con los niñitos.
El tipo estaba sentado en una reunión, y todos eramos muy conversadores, muy abiertos. Y el tipo no participaba, pero a lo mejor hacía un gesto divertido o una frasecita, y llamaba la atención. Lo de los gestos era así, siempre estaba haciendo gestos. Y cuando terminaba de tocar siempre hacía un chiste, tipo "En esta me parezco a Lennon, no?". Y se reía, tenía mucho encanto al reirse, hacia ruiditos con la viola, y después encaraba con otro tema. A las minas les encantaba.

Pirimpimpin: No se tiraba derecho con una mina, no iba de frente march y le decía "sacate la ropita que te vamos a coger". No era así. Era un cabeza negra, pero fino. Entonces le gustaba tener un juego seductor con la mina. Le decía po ahí "querés que te cante un tema?".

Pajarito Zaguri: sabés de donde saco Tango la idea de La Balsa?, un día que en la radio pasaban el bolero de José Feliciano La Barca. De repente Tango dijo "lindo, eh". Se había pegado con la canción.

Miguel Grinberg: por haber sido testigo de los buenos momentos de Tango, se me ocurre que Moris, Litto y todos aprendieron de Tango a cantar en castellano. Es una fantasía que no puedo corroborar, pero tengo la sensación de que Tango fue el referente.

La Balsa
según la leyenda, fue compuesta en el baño de La Perla del Once, allí Tanguito entonó una estrofa "estoy muy solo y triste en este mundo de mierda...", y Litto Nebbia le ayudo a seguirla. Finalmente quedo "Estoy muy solo y triste aquí en este mundo abandonado". Otros aseguran que escuchó junto a Pajarito Zaguri un bolero que decía "Hoy mi playa se viste de amargura/ porque tu barca tiene que partir/ a cruzar otros mares de locura/ cuide que no naufrague en tu vivir" y esto lo inspiró la idea.

Spinetta:
Como yo siempre hablé de Tanguito y toque Amor de Primavera con Invisible, mucha gente piensa que yo me inyecté. Yo jamás me inyecté. Sé que Tango es sinónimo de jeringa. Yo lo viví. Estábamos en mi casa y tenía que ayudarlo a picarse porque era terrible. Por ahí hasta era peor si no se picaba, porque se moría tanto como picándose." (Luis Alberto Spinetta)

Miguel Abuelo:
Tanguito venía de un medio casi club-del-clanesco, había tocado en un grupo llamado Los Dukes. Tango usaba la corbatita porque en ese momento era la imagen moderna. Pero la corbata no era algo que trajera connotaciones como lo que podría significar hoy, cuando la usan los ejecutivos, el presidente, los peronistas, la policía. no, en esa época era un elemento de decoración, era muy bonito y muy fino usar corbata. Pero claro, nosotros tiramos la corbata por la borda. Tango se sacó la corbata en La Cueva. No lo ví en ese preciso momento, pero varias veces al principio lo detecté con corbata. Y le quedaba bárbara, che.

TanguitoEtiqueta del disco post-mortem de Tanguito. Una grabación improvisada donde además de sus canciones pueden oirse conversaciones, toses, y comentarios de Tango y Javier Martínez.

Tango: el disco

Javier Martínez: El plan original era agarrar esos temas, arreglarlos y ensayarlos para que Tango los grabara con distintas formaciones. Mi idea era juntar a Manal y Los Gatos con Pappo y acompañar todos de onda a Tanguito en un buen LP de rocanrol.

Marcela Pascual: La foto de la tapa es una que le sacaron una vez que actuó en el Di Tella.

Fernando Noy: El logo Tango que está en el arte de tapa es de Cristina Villamor. Un gran trabajo, muy volado. Esas letras deformes... Un típico trabajo del minimalismo lisérgico.

Jorge Alvarez: Poner la voz de Javier antes de La Balsa fue una decisión totalmente mía porque era un testimonio. Pero no la repetí, está así en el original. Javier empezó a decir eso, haciendo ritmo, y Tanguito se enrolló en ese ritmo y empezó a cantar.

Litto Nebbia: Lo de la repetición de Javier es gratuita, desde este punto de vista: alcanza con que lo hubiera dicho una vez. Lo dijo en el sentido bien peyorativo, de calumnia, de resentimiento.

Javier Martínez: Mucha gente entiende que yo digo ahí que el tema no es de Litto. Y el problema es otro. En ese momento la gente creía que La Balsa era solamente de Litto, entonces yo ahí reivindiqué la parte autoral de Tango. En un momento le dijimos que tocara La Balsa, y el dijo "no, no me hagas cantar eso". Y yo le dije algo como "Dale que esa tambien la compusite vos". Y diciéndole eso, logré que la tocara.

Pipo Lernoud: El disco es un delirio. Tango desafina como un hijo de puta, para en el medio de los temas, el ritmo de la guitarra se cae por ahí. Yo no lo puedo escuchar, es un bajón. Encima el otro boludo diciéndole cosas. Y Jorge Alvarez por detrás como de costumbre, pensando tres cosas a la vez: acá me voy a llenar de guita, acá me voy a levantar un pendejo y acá formo parte de la vanguardia creativa. Mas allá de eso lo que siempre tendremos que reconocerle es que sin Joirge Alvarez el rock nacional no habría empezado o habría empezado después. El fue quien te dejaba grabar lo que se te diera la gana. Porque ningún productor común te hubiese dejado grabar "Para ser un hombre mas" o "¿Nunca te miró una vaca de frente?". Creía realmente en esto, o en los pibes, no sé. Se mezclaba lo sexual, el erotismo y la cosa artística.

Pedro Pujo: El asunto fue que las horas estaban tomadas en TNT para que grabara Manal. Y los manales dos por tres dejaban turnos colgados, no tenían conducta ni disciplina. En uno de esos faltazos se grabó un poco. Ese día seguro que faltó Claudio o Alejo.

Jorge Alvarez: Tanguito era un tipo que daban ganas de protegerlo. Entonces a veces le pagabas hoteles (NdeT: vos se los pagabas Jorge, yo no) y lo taxis.

En el disco, Javier al técnico de grabación: No pares, eh. No pares la máquina, seguí la grabación, seguí la grabación con ruiditos... Esta es una grabación documental ¿no Jorge? (risas) ¿Te das cuenta porqué te decía yo que no hay que parar la máquina?

Litto Nebbia: Tango fue una promesa de talento. Un tipo muy melódico, muy inspirado. Tenía una voz seductora, llegaba mucho a la gente. Pero fue desperdiciado. Incluso él nunca se enteró de que grabó un disco. Sin decirle que lo estaban grabando (el disco) y mucho menos que algún día lo iba a editar, lo hizo cantar Jorge Alvarez sin ninguna precaución y sin arreglos. Simplemente lo hizo sentarse y cantar. Y Tango cantó ahí, una tras de la otra, algunas canciones que tenía, con dos o tres personas atrás que le hablaban y que lo único que tratan de hacer es explotar el show de las miserias humanas. Eso ni siquiera es un documento, es una cosa humillante, explotada comercialmente con un slogan que dice que eso es un documento que alguien se preocupó en rescatar. Es mentira.

Javier Martínez: Después de aquellas sesiones, yo le propuse a Jorge que tratáramos de hacer un buen disco. Pero no pasó nada.

Litto Nebbia: Si Tanguito hubiera estado consciente de lo que tenía que hacer, habría querido grabar un disco que sonara bien, donde estuviera bien su voz y donde tocaran un montón de músicos.

Miguel Grinberg: Tanto se habla del amigo Tango, y yo lo recuerdo como uno de los tipos mas maltratados de La Cueva. Maltratado, como te puedo decir?...él vivía lejos, en Caseros, entonces andaba siempre con su bolsita, con las medias, una camisa blanca, con todas las cositas que llevaba. Y bueno, era usual que le escondieran la bolsita en la Cueva. Viste que en el secundario siempre hay un tipo al que todos tienen de punto? Bueno, Tanguito era el punto de La Cueva. Yo me acuerdo, de noche, tarde, que se tenía que ir, y pedía la bolsa, pedía la bolsa. Y me acuerdo de dos o tres noches, de una ronda de ocho o diez tipos pasándose la bolsa como jugando al vóley, y con Tango en el medio, tratando de agarrarla y diciendo: "Che, por favor, me tengo que ir..." Me acuerdo las verdugueadas de los cueveros hacia Tango.

 

Tanguito
Tanguito

Hubo un tiempo que se le dió por andar por la calle con una gorra de baño. Luego en vez de los jeans se le dió por usar una malla de baile.

Los Gatos grabaron La Balsa y Tango cobró meses después, por su autoría, una buena cantidad de dinero en concepto de regalías. Entusiamado salió a comprarse de todo: jeans, botas, camperas, camisas, dos guitarras (una se la quedó él, la otra se la regaló a Daniel Irigoyen de Los Mentales) y muchos discos.

Fue famoso el asunto de los taxis. Los tomaba sin tener dinero para pagarlos, cuando llegaba a destino salía corriendo. O si no entraba al domicilio y le hacía pagar el taxi al dueño de casa. Tenía una rara facilidad para pedir plata. Una vez Tango no tenía un peso y desafió a sus amigos que le pediría dinero a un agente de policía. Se le acercó, lo parló y al rato el agente le dijo "Tomá Iglesias" con ese dinero compartió un sanguchito con sus amigos en La Perla del Once. Su "prestame cien pesitos" fue famoso en el grupo. Muchas veces entraba a un bar, miraba chicas, hablaba y cuando el mozo se acercaba, le preguntaba: "Tiene café?" "Sí" "Ah, bueno gracias" y se iba.

Dicen que una vez Tango iba en el colectivo de la línea 5, cuando se bajó se dió cuenta de que se había olvidado la guitarra arriba. tomó el colectivo que venía detrás y le ordenó: "seguí a ese que va adelante!!!"

Tango siempre quiso grabar y pocas veces pudo hacerlo. Sus amigos recuerdan que siempre estaba por "hacer un acetato". Una vez su madre le dio mil pesos y grabó su acetato, y con su disco de demostración recorrió varias grabadoras. Nadie le prestó atención. Jorge Alvarez (dueño del sello Mandioca) uno de los primeros productores discográficos del rock nacional, siempre quiso que Tango grabara así que le alquiló un paquete de horas de grabación par comenzar a hacer su disco. Incluso su tema "Natural" fue editado en una recopilación llamada"Pidámos peras a Mandioca" La revista "La Bella Gente" en su numero 13 de diciembre de 1970 dijo del tema de Tango: "Tanguito logra acá, posoblemente por primera vez, llevar al disco toda la autenticidad y el feeling con que solía cantar en las plazas de Buenos Aires. Es la revelación de este disco: "Natural" es un tema simplísimo y muy hermoso: Tango -algo ronco, lo cual le queda muy bien- tiene un mensaje musical nuevo y algunas otras cosas para decirnos. Merece ser escuchado"

Tanguito

"José Alberto Iglesias llegó a La Cueva así como Roberto Sánchez (Sandro), Mauricio Birabent (Moris), Napolitano (Pappo), Felix Nebbia (Litto), Giuliano Canterini (Billy Bond), Javier Martinez, Alejandro Medina, Pajarito Zaguri o Carlos Mellino, y todos esos roqueros cantantes están en deuda con Tanguito porque fue él, absolutamente él, quien les mostró el camino del nuevo cantar urbano. Aunque no bondadosamente o de manera lírica, porque como hijo -y finalmente víctima- de las calles porteñas, Tanguito no era un tipo fácil: todo lo contrario." Miguel Grinberg

Lo veo venir derechito hacia mí. Se sienta a unos pasos y me dice "hola" como si nos hubiésemos visto ayer nomás. Me pide un puchito, y le contesto que no fumo. Deja a mi lado el estuche de la guitarra y se va un rato en pos de un cigarrillo. Regresa fumando. "Cómo te va?", pregunta. Le digo que ya no estoy más en Panorama y que escribo la columna de rock en La Bella Gente. No le pregunto cómo le va. Todos sabemos demasiado bien cómo le va. Su trajecito oscuro se ve sucio, arrugado, vencido por el tiempo y su epopeya urbana. "Tengo unos poemas nuevos", murmura y abre el estuche. No hay guitarra adentro: alguna ropa, muchos papeles. Unos estuches de pastillas: Obedrex, una anfetamina que las señoras gordas toman para sacarse el apetito. Lee un ratito, y se cansa en seguida. Coloca el estuche como almohada y se recuesta mirando hacia la copa de los árboles, mientras termina el puchito. Se queda quieto un rato más, se levanta, esboza media sonrisa, dice "chau" y se diluye entre la gente.

Octubre del 71, una noche en la puerta de La Giralda. Oigo mi nombre y es él contra la columna. Reconoce a la gente, pero ya no está entre la gente. Babea cuando me pide cien pesos. Se los doy. Ni agradece, ni nada. Aprieta el papel en la mano, y se va como se van las flores marchitas. Ya no brillan sus ojos. El viejo estuche, abollado, va atado con un hilo sisal, ya no tiene cerradura.

Mayo del 72, estoy en Radio Municipal haciendo mi programa de la mañana, La Joven Música, suplemento del que empecé a la tarde el mes anterior, El Son Progresivo: Son las nueve menos cuarto: el operador me dice que hay un llamado urgente para mí. Subo a la cabina y alguien al que no conozco me da la mala noticia. La cruda, anticipable noticia. Regreso al micrófono y lo comunico: Tanguito ha muerto, antes de cumplir 27 años. Mucho después, un oyente me dijo que lloró cuando escuchó el anuncio. El Rock es una lágrima grande que baja y se pierde.

Lo recuerdo con el traje apretado que luce en la foto de la edición Fermata de La Princesa Dorada. Como de costumbre, no perteneciendo al paisaje. "Yo no estoy aquí, sólo mi sonrisa me delata". Dueño únicamente de su ausencia, añorando

"Quiero ser libre, es mi deseo ser libre. El mundo está prisionero de su falsa libertad.
Soy prisionero de esta sociedad que no camina sino para atrás.
Ya no me importa la sociedad quiero ser libre, estar así todo el día y la noche entera"

Miguel Grinberg
Agosto 1983

 

La Cueva no fue un lugar idílico

Tango, golpeado por la intemperie y sucesivas noches de comisaría simplemente por ser un divagante nocturno de pelo largo, era desconfiado, arisco e insolente. Estaba muy por encima de la corte de almas en pena que constituyó la tribu de "cueveros", músicos que no llegaron a parte alguna, y náufragos de mil historietas o desafinetas urbanas. Resentidos y opacos a causa de la hostilidad que recogían andando por la Reina del Plata de día: en La CueVa sacaban afuera todo sus espectros.

Les divertía esconderle la bolsa a Tanguito. Abajo de algunas cosas de Bravo en el mostrador, colgada atrás de la puerta del baño, adentro de un cajón de bebidas. El no se enojaba, ni criticaba. Iba de grupo en grupo, pidiendo...

-Muchachos, me tengo que ir, dénme la bolsa. Por favor, tengo que atender un asunto urgente, díganme donde está...

Esperaban mucho tiempo para decírselo... hasta que finalmente, cansados de escuchar la rogativa, le revelaban el lugar.

Una noche, a la hora del desbande de La Cueva, él estaba semi distraído de pie en la calle como esperando a alguien, tal vez a sí mismo. Uno de los insoportables de siempre le arrebató la bolsa. Formaron un círculo a su alrededor, y cada cual que fenía la bolsa le decía "tomá, tomá", y çuando se acercaba la tiraba hacia alguien situado del lado opuesto por encima de la cabeza de Tanguito. Se repetía el juego, en tanto él pedía "basta, muchachos, basta"....AI final se cansaron, y se la devolvieron. Nos fuimos caminando con él, Moris y algunos más hacia la plaza de Posadas, que Ilamaban "Chaplin" y que desapareció cuando se extendió hacia el Bajo la avenida 9 antes se cortaba en la avenida Santa Fe. Jugamos largo rato a que era un gran departamento al aire libre, y un sector de la plaza era el comedor, otro la cocina, etc. Cuando nos cansamos, nos sentamos en la escalínata del pasaje Seaver que unía la plaza con Libertador, ahora apenas un lugar quieto en la memoria. Tango cantó pedazos de cosas suyas en la madrugada, como un solcito bailando con los faroles.

Miguel Grinberg

"Mucho se ha hablado de ese lugar como un templo del Rock, y otras cosas por el estilo. No comparto esa idea. Pienso que La Cueva fue un bluff total.

Primeramente, fue siempre un boliche de, por y para el Jazz. Solamente en los últimos tramos de su existencia (y por un aspecto comercial) existió una apertura hacia el Rock and Roll, que era lo únicó que tocábamos en esa época. Lo único cierto es que allí se reunía un grupo de tipos como: Litto, Tango, Moris, yo. Pero incluso muchos de éstos, sin discutir sus valores musicales, iban a La Cueva nada más que a hinchar las pelotas. Tango, por ejemplo (a quíen ya han mitificado en el aspecto personal) íba a joder. Recuerdo que a veces se le ocurría subir para cantar, o mejor dicho, imitar algún tema de moda, y le tiraban con cualquier cosa. Para mí, el Rock fue un elemento totalmente advenedizo en La Cueva.

Se ha tratado de darle al lugar un carácter que no tiene, además, era un sitio realmente asqueroso, un real tugurio. Sin camelo, estabas sentado y mirabas pasar los desfiles de cucarachas, hormigas y toda la línea de insectos. Era un sitio sucio, los sillones rotos, con su comunidad de pulgas correspondientes. A todo eso le quieren echar un manto de ternura y bohemia, que no existía. A muchos de los que estuvimos nos pasó que íbamos porque era como lindo, ir y ver a tipos conocidos y raros. Lo que deseo significar con esto, es que muchos han hecho de La Cueva un lugar sagrado (nunca reunió ni las condiciones higiénicas para serlo) y sus habitués poco menos que mitos.


Tanguito
Tanguito, deambulando por el centro. Mirando discos. En su mano derecha lleva su guitarra, sin funda.

 

Tanguito

José Alberto Iglesias, Caseros City. (a) Ramsés VII, (a) Donovan, (a) Susano Valdéz...siempre Tanguito. El el 63 fue el vocalista de Los Dukes, quienes se presentaban 11 veces por fin de semana (tal vez aquí empezó con las anfetas...quien se banca 11 shows por fin de semana?). El nacimiento oficial de los hippies tuvo lugar el 21 de Septiembre de 1967, por iniciativa de Pipo Lernoud se juntaron en Plaza San Martín . En total fueron unos 200, fotografiados por algunos periodistas convocados especialmente. Antonio Carrizo lo invitó a Tanguito a su programa "Sabados Continuados", alli toco La Balsa y El Vagabundo, contratándolo para mas presentaciones.En la madrugada del 19 de mayo del 72, se escapó del Borda y fue arrollado por un tren en Puente Pacífico.

 

Gordo Martínez: Tango era un personaje...una vez lo pararon en Pueyrredón y Córdoba. Le preguntaron dónde vivía. Dijo: "Caseros City". Ocupación? "Musician" A donde se dirige? "Le Cave"...mezclaba todo...

 

"Golpeó mi puerta un oficial de la policía. Me dijo si era amigo de Tango, y por supuesto le dije que sí. El policía me dijo: ´Mire, nosotros andamos buscándolo a pesar que sabemos que en el fondo es un buen tipo. Lo suyo no es un problema personal: es un problema social´." (Moris)

 

Sus restos descansan en el nicho 73 del cementerio de San Martín. En la fila de arriba, mas cerca del cielo que muchos.

 

 

Bìlly Bond

NdeT: Una visión diferente de La Cueva, por alguien que iba allí a hinchar las pelotas y que asocia lo sagrado con la higiene ("Hippies, sucios, cerdos...")

"Hace calor y el extractor de aire en el fondo del escenario no alcanza a sacar todo el humo de cigarrillo y el aire viciado del local, que esta noche está Ileno. Ricardo Lew se levanta de su silla, apoya la guitarra en el suelo y va hasta su diminuto equipo, que no cesa de hacer ruidos extraños. Mirando hacia el bajista, Lew pregunta, con voz de vieja ridícula: "Este equipo, ¿es argentino?" Mientras todos ríen, le propina una cálida patadita a la caja rugiente, que silencia sus quejas. Lew retoma la guitarra y el trío jazzero vuelve al tema de Django Reinhardt como si no hubiera pasado nada.

La Cueva está repleta esta noche, ya lo dije, así que probablemente sea sábado. Como siempre en los reductos de jazz, en el fondo alguien conversa y suenan las copas sobre el mostrador. Nosotros nos juntamos al pie de la escalera de entrada como si esperáramos a alguien. Lo que pasa es que está Ileno de tipos de traje cerca de la barra... Uno de esos días en que la gente de la noche invade el boliche. Tipos que llegan en coche, mujeres pintarrajeadas con alhajas, la fauna del fin de semana.

El gordo Martínez anda muy entusiasmado. Hizo contacto en RCA para que graben Los Gatos y le dieron bola. Desde los tiempos de los Beatniks que no se lo veía tan contento. La infinita paciencia del gordo empieza a dar resultado. Y Litto, vestido con su saquito beatle y sus pantalones ajustados, ya está describiendo la cantidad de temas que tiene compuestos para un longplay.

-Pero tengo ganas de empezar con La balsa y Ayer nomás, porque nos representan a todos, ¿viste loco? -le dice a Javier.

-Ustedes háganla. Los temas sobran y el conjunto suena bárbaro. Hay que ver si los muñecos de la grabadora se la bancan.

-Nosotros queremos grabar con nuestra onda, nuestros arreglos y todo. Los tipos van a tener que entender eso.

-No les cabe en la cabeza que haya música hecha acá y que encima tenga letras que digan cosas. -digo yo.

-Lo van a entender, porque el tiempo juega a nuestro favor. La música ya está en el aire, ya va a venir el día. -insiste Javier con su habitual convicción.

-¿Y vos seguís viviendo en esa casa con la Negra Blanca? -le pregunto a Javier.

-Toco la batería todo el día en un sótano. Quiero sacar unos redobles, unos rulos nuevos que escuché en un disco de James Brown, y hasta que no los tenga no paro. Estoy meta darle a la goma con los palillos para aflojar las muñecas. Es todo relax y juego de muñeca. Los negros tocan relajados, ahí está el misterio. El rhythm and blues es así, relax y sentimiento, aunque toques a

mil. -Javier sacude su vaso de ginebra mientras habla. -El relax, la independencia de los pies y las manos, eso que les sale a los grones tan fácil y a nosotros nos obliga a practicar. Un ritmo en cada mano, un ritmo en cada pie... Es la única manera de lograr que la música flote... Eso es lo que quiero laburar. Pero claro, los tipos que tocan con James Brown tiene una tribu africana con sus tambores corriéndole por las venas, la poliritmia permanente.:.

Mientras Javier habla, se ha producido un silencio en el boliche. Ahora que me doy cuenta, se fue mucha gente, estamos los de siempre y algún colgado que no conozco. Algo pasa cerca del escenario, todos miran para allá.

-Che subió Tango -dice Miguel, que acaba de aparecer desde el fondo.

Es cierto. Tango está dando vueltas arriba del escenario pasándose la mano por el pelo y mirando alrededor, como buscando algo en el piso. Tiene su viola colgada y se pone de espaldas tocando las clavijas para ajustar la afinación. Nos vamos acercando, atentos. Por más que Tango se haga el sota, todos sabemos que va a arrancar con alguna.

Se da vuelta y golpea la viola con un acorde, juntando las rodillas y agachando la cabeza. Pega un grito:

"Ye aint noting bat a jau dong" aulla, lanzándose en una ardiente versión de Perro Feroz en inglés sanateado... "an iu ain no frend o may..." hace ei redoble con un rasguido rapidísimo y de pronto se inmoviliza, como un muñeco que cuelga, las botitas negras apoyadas sobre el empeine, las piernas abiertas, los pantalones negros pegados al cuerpo mostrando medias rojas a rayas. Muñeco, títere del rock and roll, arranca de nuevo "juen iu sed iu was ji clas, guel dat was jast a lai... ' Acá abajo estamos manteniéndolo en el aire con la fuerza de las palmas y los coros mientras él se contonea y taconea, se retuerce y grita, sale en la parte del sólo haciendo punteos con la voz e imitando el paso de ganso de Chuck Berry... Como un títere haciendo sus piruetas rockeras en el escenario de La Cueva colgado de nuestros aplausos y los tacos de las botas que marcan el tiempo... Tango que sacude la cabeza soñando que tiene un jopo que le cae sobre la frente y que la banda está incendiando el salón con su rock furioso pero es sólo su guitarra que suena chan chan y el ritmo marcado por toda la tribu y los coros ohhhh que suben y ahora viene de nuevo el corte y Tango da una vuelta entera y se tira al piso para empezar de nuevo acostado con la viola sobre el pecho y las rodillas dobladas marcando el ritmo con la punta de los pies hasta terminar con un rasguido rapidísimo sepultado por nuestros gritos y apfausos.

Todo esto duró sólo un segundo y Tango ya está abajo riéndose con picardía mientras Moris lo abraza y todos hablamos en voz alta al mismo tiempo y La Cueva se ha convertido en un hervidero de gritos, palmadas y sonrisas.

Entre las sonrisas la veo a Fernanda, que debe haber Ilegado recién y nos abrazamos con un largo beso envueltos en el jolgorio y la calentura del rock and roll. Y hablando de calentura mientras aprieto su cuerpito contra mí se me ocurre el remate pertecto para una noche fenómena y la miro y lo miro a Miguel con Diana que ya debe estar pensando lo mismo y no hace falta hablar de Celia y Charlie que están subiendo las escaleras hacia la noche.

Cuando caminamos en grupo abrazados por Pueyrredón veo que se han prendido Javier con la Negra y Belmondo con una chica que no conozco. La noche está fresca, los besos están dulces y la calle está vacía.

Javier va cantando "Miss Anne" a los grìtos, fraseando, aprovechando el silencio de las cuatro de la mañana.

-Dixon... -dice Belmondo mientras entramos- el telo no podía Ilamarse de otra manera. Debe ser en honor a Willie Dixon, el viejo blusero.

-¿Te lo imaginás al gallego escuchando blues de guitarra y armónica cuando se van los clientes? -pregunto yo, haciéndome la película. Parados en el hall, esperando turno para Ilenar la planilla, nos cagamos de risa.

Javier le pasa unos discos al gallego por la ventanilla, no alcanzo a ver de qué se trata. Mientras subimos por la escalera, Javier explica: -Allá en casa no tengo tocadiscos, así que aprovecho para escucharlos ahora en el Winco del hotel. Me los prestó Claudio, un pibe amigo copado con los blues. Hay uno de un tipo que se llama John Mayall, y el grupo se llama Blues Breakers, parece que la gasta.

Entramos a las piezas. A Diana y Miguel les tocó la de al lado nuestro, los otros están al fondo del pasillo. Cuando abrimos la puerta ya está sonando un rock en el parlantecito de la mesa de luz y se escucha claramente la viola que teje detrás de una voz ronca.

Pero enseguida estamos con Fernanda envueltos en otros fervores y otras calenturas, revolcándonos en la cama bajo la lamparita que cuelga en el centro de la pieza. "All the kissing is kissing" grita la voz del parlante mientras me sumerjo entre las piernas tersas de Fernanda, empapada y gimiendo, tocándose los pezones con desesperación.

La música se olvida en el galope del amor, forma parte de los olores y los jugos que nos bañan y el calor y el temblor que sube cuando ya estoy montado sobre Fernanda abrazados los dos perdidos ya olvidados de quienes somos gozando de los labios, de los hombros, de los pelos, entrelazados penetrando y empujando y apretándonos en la carrera final.

Abrazados, prendiendo un cigarrillo para los dos, mirándonos a los ojos, riéndonos juntos. Poco a poco la música que sigue saliendo del parlantecito vuelve a primer plano. Hay otra voz cantando este blues estirado y doliente. Suena tan bien, se desliza tan limpiamente esa viola sobre los compases como se desliza la mano de Fernanda por abajo de las sábanas. Este bluesacho tranquilo es perfecto y este momento es perfecto y los ojos oscuros de Fernanda son perfectos. "I got rambilin all over my mind..." canta el tipo en el Winco y yo tengo que dejar el cigarrillo porque Fernanda me está apoyando los pechos y besando el cuello...

Alguien golpea la puerta: -¿Escuchaste el violero? ¡Es Clapton, el de los Yardbirds! -grita Javier, que debe estar en bolas del lado de afuera.

-Sí, ya lo escuché. ¡Dejá gozar tranquilo, hincha pelotas! -le contesto. Fernanda me mira divertida y sigue besándome el cuello. Yo me doy vuelta, riéndome. La abrazo, le paso la mano por atrás y vamos a la segunda vuelta... (NdeT:que grande Pipo! éramos tan jovenes...)

Pipo Lernoud


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