REPORTAJE A CHARLY GARCÍA DEL AÑO 83
Rescatado por Tito Demoron
Aparece el verdadero Sui
Generis
-¿Cuándo deja de ser
psicodélica la música de ustedes para transformarse en el sonido Sui Generis que los
hizo famosos?
-Estábamos haciendo una temporada en Mar del Plata junto a Pedro y Pablo y La Cofradía
de la Flor Solar. Para Nito y para mí era lo mejor que nos había sucedido hasta
entonces. Estábamos junto a músicos que eran como nosotros pero que ya tenían mucha
más experiencia. Nosotros veníamos de los bailes y las minitas. Esto era diferente.
Teníamos que dormir siete en una pieza en la que había un perro y varios porros. A
varios de los pibes del grupo no les gustó nada el asunto. Por ejemplo, el bajista se fue
porque una chica quemó en un auto. Carlos Piegari ya no estaba y el batero, sin bajista,
no podìa tocar.
Entonces, cuando llega el día del
debut, los únicos que nos quedamos fuimos Nito y yo. Tocamos las mismas canciones que
hacíamos con el grupo, sólo que no teníamos ni un bajo, ni batería, ni Farfisa. Y para
nuestra sorpresa, ¡a la gente le gustó! Con sólo un piano y una flauta sonábamos mucho
mejor que con varios instrumentos o al menos se entendía más.

-¿Qué temas hicieron
en ese recital?
-"Un hada, un cisne", "Natalio Ruiz", "Mariel y el capitán"
y "Dime quién me lo robó". En definitiva, casi todos los temas que formaron
parte de nuestro primer LD "Vida". También había otros que nunca se grabaron.
-¿Cómo eran esos recitales?
-Se hacían en hipertrasnoche, empezaban a las 3 de la madrugada y terminábamos todos
juntos tomando el desayuno. Y justo cuando estaba en lo mejor. . . me Ilamaron para la
colimba.
-¿Cómo te sentiste?
-Mal. Yo tenía el pelo largo sin gomina por primera vez en mi vida. Estaba haciendo la
música que a mí me gustaba con gente macanudísima y de pronto, tuve que cortarme el
pelo para entrar a la colimba. Por suerte, pude zafar rápido y sólo estuve dos meses.
-¿Por qué?
-Insulté a un teniente y me iban a mandar al sur como castigo. Entonces me escapé en un
camión al Hospital Militar diciendo que tenía soplo al corazón. Se pusieron a
investigar y de allí fui a psiquiatría, y me declararon neurótico, histérico, con
personalidad esquizoide, y me dieron la baja.
En ese hospital, una noche en que me
sentía muy mal por unas anfetas que había tomado, compuse "Canción para ñmi
muerte". La cabeza me daba vueltas y el pecho me latía muy fuerte, pensaba que era
mi fin. En diez minutos, mientras todo el hospital estaba durmiendo, compuse
"Canción para mi muerte", el primer éxito de Sui Generis.

Carlitos Cañete, conscripto de la gran
siete
-Qué sucedió cuando
saliste de la colimba?
-Jorge Alvarez. Recuerdo que una mañana fuimos y le cantamos con Nito cuatro canciones y
nos dijo "mañana graban". No le creímos, nos pareció el mismo verso que nos
hacían todos los productores. Pero cuando al otro día, en la sala de grabacioon
aparecieron Alejandro Medina y Claudio Gabis, me dí cuenta de que la cosa iba en serio.
Estaba contentísimo pues grababa junto a mis ídolos.
-¿Cuándo grabaron el LP "Vida"?
-Cuando grabamos "Canción para mi muerte". Lo hicimos todo junto, de un tirón,
"Canción para mi muerte" salió porque Jorge Alvarez hizo que nos filmaran en
la película "Hasta que se ponga el sol", que era sobre B:A:Rock '72. No éramos
conocidos. El director nos filmó por imposición de Alvarez. Y justo cuando sale el
disco, aparece la película. Y ahí se empezó a armar la bola.
-¿A qué atribuís el increible éxito que tuvo Sui Generis en ese momento?
-Tocábamos una música que nadie hacía. Manal era rock y blues, Almendra ya estaba
entrando en una separación y Sui Generis hizo una onda tipo James Taylor o Simon and
Garfunkel, algo que nadie había hecho antes acá.
-¿Cómo era el público de Sui Generis de los primeros tiempos?
-Era muy mezclado. Convivían en las plateas las chicas de la secundaria con los rockeros.
Pero después, cuando nos hicimos
superfamosos, algunos rockeros dejaron de venir a vernos.
-¿Por qué?
-Por habernos hecho famosos. Incluso la revista Pelo cuestionaba porque a nuestros
recitales iban tantas chicas, lo mostraban como cosa negativa. No soportaban que vienieran
los chicos de la secundaria con el pelo corto. El público rockero de esos tiempos era
cerrado.
-¿Pensaste alguna vez que "Canción para mi muerte" iba a gustar tanto?
-Lanzar primero esa canción fue decisión de Alvarez. Yo pensaba que podían gustar
"Quizás porque" o "Dime quién me lo robó", aunque desde mi punto de
vista, todas las canciones de nuestro primer larga duración fueron éxito. Canción para
mi muerte, fue sólo el primer empujón. Lo que sí puedo notar ahora es que ése es el
tema más maduro del álbum.
-Del álbum Vida, ¿se vendieron todas las copias?
- Sí, salió con mucha polenta, como el primer disco de Almendra.
-Escuchando ahora a Vida, ¿hay algo de lo que te arrepentís?
-No.
Yo no entendía nada de cómo hacer un
disco y a los músicos que tocaron en él les costaba horrores aprender una canción que
tuviera muchos acordes pues estaban acostumbrados al blues. Fíjate que cuando grabamos
Canción para mi muerte estuvimos más de veinte horas en la sala de grabación porque
tenían cuatro o cinco acordes. Claudio Gabis era más receptivo. Venía a mi casa para
que yo le mostrara los temas antes de grabar. Creo que nuestra música era evolucionada
para ese momento del rock argentino. Manal, Pappo y todos esos grupos sólo tocaban tres
tonos con mucha rapidez y sonido fuerte. Cuando yo tocaba los acordes en el piano, el
resto de los músicos no entendía nada.

No estoy arrepentido del disco a
pesar de que suena desafinado, está fuera de tiempo y el sonido es malo. Tiene todos los
defectos que pueda tener un disco pero a su vez tiene toda la polenta de alguien que
recién empieza y tiene muchs cosas para decir.
-¿Pero a vos te gustaba que Alejandro Medina tocara con vos o era imposición de
Jorge Alvarez?
-Me parecía fantastico que mis ídolos tocaran conmigo. Hasta ese momento, yo no me
perdía un solo recital de ellos. Lo que sucedía era que mi música tenía cambios de
tiempo.
Entonces yo decía: "Ahora viene
la parte suave" y ellos no entendían nada pues su música no tenía partes suaves.
-¿Qué pasó por tu
mente cuando viste que Vida vendía tantas copias?
- A mí me parecía que estaba bien. Es que si vos estás todo el tiempo tras algo y al
final se te dá, te sentís gien. Además en ese año yo me había ido de casa y vivía en
una pensión con María Rosa Yorio. No teníamos ni para pagar el alquiler del cuarto. Y
justo sale Vida y empezaron a venir los shows y el dinero. Hacíamos cosas muy locas. Yo
me envolvía en una frazada y salía a pasear en remise y la fama. Y en los reportajes
decía cualquier cosa, lo primero que se me cruzara por la cabeza. En el fondo, me gustaba
el underground, los recitales, los groupies y todo ese circo.
-¿Esas actitudes respondían a tus deseos de que el sistema no te chupara la
sangre?
-En cierto modo sí. Yo era muy idealista y analizaba todo el tiempo si me estaba
vendiendo o no. Por eso mecausa gracia cuando la gente dice que yo soy comercial. Yo nunca
hice nada que no quisiera hacer. Por ejemplo , Jorge Alvarez no quería grabar
Instituciones porque cambiaba la línea de Sui Generis y yo igual lo grabé. Y lo peor de
todo es que Alvarez tenía algo de razón.
-¿Por qué no cantas mas los temas que hacían con Sui Generis?
-Cuando se separa un grupo es dificil que se vuelvan a hacer sus temas. Por ejemplo, La
Máquina de Hacer Pájaros tenía sus propios temas y Serú Girán también. A mí siempre
me gustó pelar lo último. Tocar ahora un viejo tema de Sui Generis no estaría mal. Era
la onda del piano y la flautita lo que me cansó. Algunas letras me siguen pareciendo
buenas.
¡Saludos a Nito!
Confesiones de invierno
-A partìr del éxito de
Vida te podés acercar más a tus ídolos.
-Sí. Pero había unas ondas rarísimas. Nosotros éramos nuevos, habíamos salido de un
lado que no tenía nada que ver con La Cueva, y toda la tradición rockera argentina. Y de
golpe, vendemos más que cualquiera de ellos. En un principio, no nos perdonaron mucho
nuestro éxito.
Recuerdo que una vez, estaba cenando en
Pipo y se acerca Spinetta y me dice: "Vos tenés mucho talento, cuidate que te están
chupando la sangre". Esa onda que me tiró el flaco del tipo "ojo, que no te
destruyan" me vino muy bien. Era un poco lo que me estaba sucediendo con Jorge
Álvarez y su mundo.
Pero yo estaba contento con mis
shows y no le daba mucha importancia al problema. Tamblén Billy Bond estaba en la mano de
la producción.
-Y vos te desquitaste con Billy en la canción Las Nuevas Olas en al que decías:
"te acuerdas de Billy Bond, cuando cantaba la del limón.."
-Sí. todos estaban en una mano repesada. La Pesada del Rock an Roll era realmente muy
pesada. Yo tocaba el piano en ese grupo porque me gustaban músicos como Pinchevsky y
Kubero Díaz.
Pero había mucho reviente y locura, y
yo me aburría en ese ambiente.
-¿Pero la música que
vos hacías con Sui Generis no tenía nada que ver con La Pesada?
-A mí me gustaban los temas de La Pesada. Sui Generis fue un accidente, éramos cinco y
de pronto quedamos dos, tuvimos éxito y todo salió bien. Pero en realidad, yo quería
hacer otra cosa, un conjunto con más rock y mas arreglos, porque no se pueden hacer
muchas cosas con un piano y una flauta.
-Pero, Sui Generis era bueno desde el punto de vista musical...
-Lo que me sucedía es el mismo caso de un arquitecto que sueña con hacer edificios
estrafalarios y de golpe tiene éxito con un chalecito.
-¿Y Confesiones de Invierno?
-Fue como Vida, pero mejor grabado, tenía mejor sonido y arreglos. Por ejemplo
"Aprendizaje" era un poco "Canción para mi muerte". El tema no me
gusta, sobre todo el final que fue hecho a las apuradas. Pero de ese disco tuvieron éxito
otros temas como Rasguña las piedras. La música de Aprendizaje me gusta, pero ese final
con "la casa pobre y años de aprender..." tenía que ver más con la pensión
que con la canción.
-¿Después de Vida vos seguías viviendo en la pensión?
-Sí, yo no veía un solo peso porque el dinero se repartía en forma un tanto extraña,
pero además, yo tenía como terror de
comprar una casa o hablar por teléfono.
Recién hoy me atrevo a hablar
por teléfono, soy muy tímido. No conocía otro lugar que la pensión, me parecía que
allí tenía que estar pues me sentía bien, conocía a todos los vecinos. Tambien cuento
en la historia que yo iba a alquilar casas y no me las alquilaban por la pinta que tenía.
Por el primer departamento que alquilé tuve que pagarle al dueño dos años adelantados.
¡Y lo peor de todo es que el lugar era horrible!.
Todo este despilfarro obedece a que yo
estaba muy influido por Alvarez, cuya filosofía era "no tengas guita y gastá
mucho"... Alvarez pudo haber hecho una gran fortuna pero gastaba todo en remises y
burros.
¿Cómo compusiste
"Confesiones de Invierno"?
-La hice en la casa de María Rosa. Era algo que viví entre "Canción para mi
muerte" y el segundo LP. Todos los temas del disco eran nuevos, excepto "Un
hada, un cisne". En el segundo disco había cosas que no existían en el primero. A
mí nunca me habían llevado preso, recién en esa época se comienza a llevar. Había dos
factores que eran determinantes: la gran represión que había entonces y cómo yo salía
a la calle. Recuerdo que tenía el pelo larguísimo y encima salía a caminar envuelto en
una frazada. Claro, los canas me veían y me llevaban pero a mí no me importaba, les
gritaba "cerdos" y no sé cuántas cosas más. Cada dos por tres tenía
problemas.
-Vos dijiste que una de las mejores canciones que compusiste fue Cuando ya me
empiece a quedar solo...
-Sí, pienso que es una canción que tiene una música y una letra muy lindas. Me gusta la
versión que realizó Mercedes Sosa.
-Y ¿cómo se te ocurrió "yo era un rey", con todo el coro atrás?
-Hay mucha musicalidad en ese tema. Yo quería que los coros los hiciera Buenos Aires 8
pero al final no sé que pasó. En el coro y la orquestación se ve la mano de Bejtelman.
El era el arreglador, yo le decía: "quiero que aparezca un coro y haga tal
cosa" y él lo escribía. Creo que "yo era un rey" fue un cambio
importante. Era una canción más tipo PELICULAS, con más argumento. Yo había visto un
filme de un rey que no entendía nada y no se daba cuenta de que era un tirano. Yo me puse
en el lugar del rey. Es una canción irónica. Mucha gente me dijo que era un tema
fascista porque yo me ocupaba del rey y no del pueblo.
-¿No había influencia de Quilapayún o de César Isella?
-No, yo no escuchaba esa onda. Sólo la curtía en casa de amigos universitarios. Pero Sui
Generis en la última época fue político. Tocábamos en facultades y en festivales
políticos y llenábamos el escenario de consignas políticas.
-También tocaron en el '73 en la cancha de Argentinos Juniors, festejando el
triunfo del FREJULI...
-Sí, yo no quería ir a tocar allí, pero como fueron todos los grupos de rock, yo
también fuí. No me gustaba la onda. Recuerdo que estaba Solano Lima y se decía
cualquier pavada. Detrás del escenario había un muchacho que estuvo en Trelew. Quiso
hablar y nadie lo dejó, la gente lo cargaba. Fue todo de última.
-Y ahora que la política volvió, ¿que pensas?
-Yo estoy un poco afuera de todo eso. Me parece bárbaro que vayan los pibes y canten
consignas. Pero de alguna manera yo ya pasé por eso, ví muchas cosas y ya no quiero
enroscarme más en esa mano. Me dí cuenta de que la juventud es utilizada. Gente que yo
conocía desapareció, eran todos tipos con mucha polenta y por el ideal fueron torturados
y muertos. No quiero que me utilicen desde un escenario para vender al peronismo o al
radicalismo ni ningún "ismo".Lo que pasa que tanto aquellos tiempos como estos
son el fin de una época. Puede ser que mañana mismo haga una canción que diga
"Revolución, rompan todo, quemen todo", pero no voy a ir a tocar para un
partido político o un mitin. Cuando la gente agrede a la policía en los recitales no se
dá cuenta de que nada cambia con esa actitud, pues la policía no decide por sí misma,
el estado de cosas viene de arriba. Entonces, si tenemos un buen gobierno, la policía,
por más dura que sea, va a tener que portarse bien. Además, yo siempre tuve más ondas
raras con los peronistas. Reconozco que es un movimiento mayoritario, pero no es claro.
-¿Volverías a actuar en esos recitales políticos?
-No sé, salvo que encontrara algo que realmente me guste. No quiero estar ni a favor ni
en contra pero no deseo estar en todas. Actualmente estoy en la música y a través de
ella digo todo. Además y esto no lo digo por nadie en especial, hay muchos que se anotan
en la recta final. Es una forma en que pueden tocar para quince mil personas.
-Hay muchos que comparan la actual situación del rock y del país con la que
vivieron Los Beatles cuando Harold Wilson les dio la mano, la fotografía dio la vuelta
por todo el Reino Unido y Wilson ganó las elecciones. En nuestro país hay muchos pibes
que están en condiciones de votar y nunca lo han hecho. ¿qué sucedería si Charly le
diera la mano a Alfonsin o a Luder? ¿Sos consciente de tu influencia?
- Creo que el rock es también masivo e influyente. La gente confía en mí pues yo vengo
haciendo música desde hace mucho tiempo con un mismo lenguaje. Creo que muchos de los
pibes que me escuchan no entienden parte de mis letras pero de alguna manera creo que les
gusta mi manera de ser. Me dijeron que Alfonsín piensa legalizar la marihuana ¿será
verdad?
-¿Pensás que el rock puede cambiar al mundo?
-No creo que el rock vaya a cambiar el mundo, pero creo que cambió al mundo de alguna
manera, que ni John Lennon ni Bob Dylan fueron al pedo.
-Pero John Lennon terminó diciendo que nada había cambiado excepto que unos
cuantos chicos usaban el pelo largo...
-Bueno, lo que pasa es Lennon lo veía desdes su punto de vista pero yo creo que él a mí
sí me cambió y entonces yo puedo decir que cambió al mundo. Si no hubiera sido por él,
yo estaría haciendo otra cosa. Lennon hizo que se cayeran un monton de caretas. La
música, el pelo largo, el grito, lo psicodélico y lo místico tuvieron mucha influencia
sobre la gente de mi edad. Si eso no te cambia ¿qué te puede cambiar? Sucede que ahora
el rock se ha convertido en un entretenimiento masivo y entonces hay buenos y malos discos
de rock.
-El rock, en estos últimos seis años fue el único aspecto en que la juventud no
se sentía atada, cada recital era una reafirmación de un sentimiento común contra la
represión. Ahora que vamos a tener libertad política, ¿vos crees que el rock va a
perder ese lugar de preeminencia que ocupaba?
-Serái fantástico que pasara eso. Creo que el rock, en cierta medida, ocupó el vacío
dejado por la política. Pero hay que tener cuidado cuando se dice esto, pues el rock
también fué reprimido. Hace apenas tres años, ser rockero era ser medio kamikaze pues
en los recitales la cana llevaba hasta a los músicos. El rock ganó ese espacio vacío
pero lo ganó en buena ley, fue el único que aguantó. Los pibes que iban a los recitales
sabían que podían volver a dormir en prisión. Creo que hubo una valentía increíble en
el sentido de aceptar que "yo no soy igual a los demás" e ir a un recital con
la paranoia que te agarraba un cana y te mataba a trompadas simplemente porque estabas en
un recital de rock.
Pequeñas Anécdotas
sobre las Instituciones: el gran cambio
-¿Por qué el cambio
musical de "Instituciones ", con respecto de los discos anteriores?
-Es algo que se dio en forma natural. Había dos motivos poderosos: el primero era que yo
me había comprado un melotrón y un moog y estos instrumentos cambiaban mi perspectiva
como intérprete. El segundo es que ya estaba cansado de la onda folk de Sui Generis y
quería destruirla a toda costa. Ya estaba cansado de tocar en los clubes y de que nadie
escuchara nada. Siempre me pedían las mismas canciones. Quería cambiar, volverme más
salvaje, quería realizarme como músico. Con Sui Generis me faltaba lo que me gustaba, me
faltaba rock. Además, yo quería una cosa más organizada. Por eso entraron Rino y Juan y
empezamos a tocar como banda.
Repartíamos la plata entre los cuatro
aunque en los afiches siempre salíamos Nito y yo. La razón era que a la gente le
importaba un bledo que hubera batería y bajo, lo importante , era que estuviéramos Nito
y yo.
Todo el círculo vicioso que se
había formado en torno de Sui Generis me impedía ser yo, hacer la música que me
gustaba.
-O sea que Sui Gerieris te agobiaba
-Sí. Soy una persona que cuando tiene algo muy seguro ya no le gusta más. Estaba
aburrido de que apenas comenzaba el recital y tocaba el sol mayor con que empieza
"Canción para mi muerte", el estadio se viniese abajo. Quería terminar con la
imagen de chico cándido que tenía con Sui Generis, quería dar un paso más. Ese paso
era hablar directamente de las instituciones.
Quería que mi música transmitiera
sensaciones porque con Sui Generis yo transrnitía sensaciones con las letras y las
melodías, pero a nivel sonoro. . .
Tuve bastante negativa por parte
de la grabadora cuando explidué mi proyecto para el nuevo LP, pero igual seguí adelante.
Llegó un rnomento en que Sui Generis no ensayaba más, estábamos podridos de tocar
siempre lo mismo. ¡Y encima gustábamos a las madres!
--¿Por qué se Ilamó `Pequeñas anécdotas de las instituciones", cuando se
había anunciado que el titulo iba a ser "Instituciones "?
--Los discos anteriores de Sui Generis no tuvieron las trabas que tuvo el último.
Álvarez consideró que el nombre "Instituciones" era demasiado fuerte. Además,
tuvimos mucha censura. A muchos de los temas del disco tuvimos que cambiarles las letras a
último momento por problemas de censura. Por ejemplo, "Las increibles aventuras del
señor Tijeras", tenía un final completamente diferente. Jorge Álvarez estaba en
contra de grabar "Instituciones" porque cambiaba la imagen del grupo.
Te gustaban las tapas que Gatti te hacía
-Me gusta él como persona, era un genio dentro de lo que pasaba acá.
Pero esas tapas las digitaba Álvarez
para que mostraran una imagen bucolica de Sui Generis.
Y finaltnente, yo me rebelé
contra esa imagen.
-De lo que contás se desprende que la relación entre Álvarez y vos se tornaba
cada día más tensa.
-Sí.
Míentras grabábamos
"Instituciones" lo tenía a Álvarez y a Bond controlándome permanentemente. El
tema "Tango en segunda" lo hicimos en el estudio porque había quedado un bache
en el disco. Mientras yo lo tocaba iba inventando la letra. Billy grababa y Nito cantaba:
"A mí no me gusta tu cara / y no me gusta tu olor, / hay tres o cuatro mamarrachos
con los que yo estoy mejor".
En realidad, Álvarez nunca le prestó
atención a Sui Generis. No le gustaba nuestra música, nos veía simplemente como un
producto comercial. Él elogiaba a La Pesada y decía que era seria y
nosotros éramos blanditos. Ya en esa época estaba medio loco.
-`Pequeñas
anécdotas" se vendió bien?
-AI principio sí, pero
cuando la gente escuchaba el disco no
le gustaba y las ventas pararon.
Recién ahora, con el transcurso
del tiempo, el disco se comenzó a vender nuevamente.
-¿Y después de `Pequeñas anécdotas"?
-El último LP de Sui Generis se iba a llamar "Ha sido". Eran canciones que
tenían que ver con el ácido. Pero no lo grabamos pues en reaIidad ya no teníamos ganas
de hacer nada.
Las letras hablaban de ir al mar y ver
peces de colores aunque en realidad, el disco tenía muy pocas letras, era pura música.
Yo estaba con polenta para hacerlo pero a Nito no le interesaba tanto pues casi no
cantaba.
Fue entonces cuando le dije á
Álvarez: "Esto no va más, hacemos un recital de despedida y chau". Yo me daba
cuenta de que la gente no iba a aceptar a Sui Generis si seguía cambiando. Iba a sentir :
que nosotros traicionábamos la esencia del grupo.
-¿De quién fue la idea del Luna Park?
-De Jorge Álvarez.
-¿Y vos creiste que ibas a juntar tanta gente?
-No. Un Luna creía que Ilenábamos pero nunca pensé en dos. En realìdad, yo no tenía
mucha noción de la gente que arrastraba Sui Generis, porque el grupo estaba súper mal
manejado. En vez de hacernos tocar cinco veces al año en grandes estadios con buen
sonido, nos hacían tocar en bailes en los que yo veía gente por todos lados pero pensaba
que sólo venían a bailar, no a ver a Sui Generis. En mi fantasía, Sui Generis era
seguido por un grupo de intelectuales que entendía de música y lo demás era el baile,
gente que le daba lo mismo que estuviera Sui Generis o La Joven Guardia.
-¿Cuándo te enteraste de que ibas a llenar dos Luna Park?
-Dos semanas antes. Álvarez llamó para decirme que estaban vendidas todas las entradas
del prímero y me preguntó si queríamos hacer otro. Le dije que sí con Ia condición de
que él nos asegurara que íbamos a Ilenarlo nuevamente. Álvarez me contestó que creía
due sólo íbamos a llenar la mitad pero al otro día Ilamó para decirme que se habían
agotado las localidades para el segundo.
-¿Qué sentieste cuando te enfrentaste a toda esa gente?
-Me sentí bien. Me acuerdo de que cuando terminó el recital, y me volví a casa, estuve
toda la noche sin dormir, solo.
--¿Fué en ese recital cuando empezaste a soltarte en el escenario?
-No, venía de antes. Empecé cuando tuve mi grupo y no tenía que estar atado todo el
tiempo al pianito.
-¿Ese recital cambió tu visión en cuanto a vos como músico?
-No sé. Me dio mucha polenta. A la vez, fue un garrón porque teníamos mucha polenta
pero ya habíamos dicho que nos separábamos y no podíamos dar marcha atrás. Me di
cuenta de cómo un conjunto se puede gastar por falta de aliciente, porque si en lugar de
tocar en esos bailes de última hubiésemos tocado en grandes escenarios, todavía
estaríamos creciendo. Pero nosotros sólo crecíamos en nuestra cabeza, el medio que nos
rodeaba seguía siendo igual.
-¿Qué te pareció la reacción de la prensa?
-Fue del tipo "se juntaron treinta mil hippies en el Luna Park y además tócó Sui
Generis". Las notas estaban llenas de fotos que mostraban la manera en que se
vestían mis amigos. Me dio mucha risa.
-¿Y los posters que vendían afuera?
-Eran parte de la onda que la gente quería siguieramos.
Sólo faltaba que nos pusiéramos una
gasa para que pareciéramos ángeles.

Los Angeles de Charly
Creo que separar Sui Generis en
ese momento es una de las cosas de las cuales nunca me voy a arrepentir en mi vida. Me
permitió crecer.
-¿Se vendió bien el LD doble de "Adiós Sui Generis"?
-Se vendió volando. El sonido era malo pero se notaba el delirio.
-¿Qué te pareció la película?
-No tuve nada que ver. Me dijeron que la película iba a salir bien y dije: "Bueno,
que salga".
-¿Qué pensaste cuando la prohibieron para menores de 18 años?
-Fue una reafirmación de que yo estaba diciendo cosas que no eran muy digeribles para el
sistema.
Yo quería poner algunas partes
pornográficas para aprovechar la prohibición.
-¿Viste algo del dinero
de "Adiós Sui Generis"?
-De la película no vi un mango y del recital poco, sólo me alcanzó para vivir un año
sin hacer nada.
La Máquina / Seru Giran

-¿Cuándo se separa
definitivamente La Máquina?
-Yo me separé de La Máquina después de un show.Terminó y me fui al hotel en donde
estaba Zoca (ella bailaba en el ballet "María, María"), y nos dimos manija
para ir al Brasil. Yo había empezado a escuchar a Milton Nascimento y su música me dio
vuelta la cabeza.
Entonces, con Zoca, empezamos a ir a la
casa de David Lebón y tratábamos de convencerlo por todos los medios de que dejara de
ocuparse del gurú y se viniera con nosotros a Brasil y empezara a tocar la guitarra
nuevamente.
A mí me gusta mucho como canta
y toca David. Es una persona muy inspirada, tiene mucha "vibreta", es un tipo
fuerte. En la casa de David hablamos de ir a Buzios que para mí era como hablar de ir al
Matogrosso, y empezar a componer en una choza. Pero antes de irme
a Brasil, organizamos un festival en el Luna Park, que se llamó Festival del Amor. El
título estaba inspirado en la onda de David que era muy amorosa y en mi amor por Zoca.
Aunque ella ya no estaba en Buenos Aires, yo quería demostrarle todo mi amor. Ensayamos
en una quinta y se prendió todo el mundo: Nito Mestre, León Gieco, Gustavo Santaolalla,
Raúl Porchetto, Rino, Juan y otros músicos amigos. Le pagamos a todo el mundo y con la
plata que juntamos nos alquilamos una casa en Buzios en donde se suponía que ibamos a
ensayar tres meses. Lo que sucedió fue todo lo contrario. No ensayamos nada.
Oscar López, que para ese entonces era
nuestro manager, me dejó solo en Uruguayana para que pasara los equipos, ¡como si yo
entendiera algo de todo eso!
No los pudimos pasar. Además,
habíamos comprado unos grabadores en Estados Unidos que nunca nos llegaron. Fue todo un
delirio.
-¿Se podría decir que te robaron?
-Yo no quiero usar esa palabra, no sé qué pasó con el dinero. Lo cierto es que lo
único que estuvo fue la casa. Llegó un momento en el que Oscar López regresó a Buenos
Aires y nos dejó sin un solo peso.
Era un delirio chino, teníamos que ir
a pescar para poder comer. Estábamos en Buzios, en una casa increible, pero no teníamos
ni un solo mango. David había llevado a su mujer e hijos, estaban Zoca y un par de
invitados. El que pescaba era David y un amigo, yo no sirvo para eso. Nuestras comidas
eran feijoada, arroz y pan. Y por la noche los pescaditos que pescaba David.

Zoca y Charly
-¿Qué pasó con Oscar
López?
-Yo conseguí plata de no sé dónde y me vine a Buenos Aires. Lo encontré a López y le
pregunté qué le pasaba.
Su explicación fue que se había
vuelto loco.
En ese tiempo, Oscar estaba con
Billy Bond. Entre ambos, aprovechando mi desesperación, me hicieron firmar un
contrato que es el peor que firmé en mi vida. Era un contrato horrible por el cual
no tenía ninguna defensa. ¡Los gastos de grabación corrían por mi cuenta! Ese contrato
me enganchó por dos años. A Billy Bond nunca le importó nada, él sólo
quería su parte de dinero. Con el anticipo qué me dieron, regresé a Buzios. Allí
alquilé un camión para que llevara todos nuestros equipos a San Pablo en donde ibamos a
grabar un disco. También le mandé un pasaje a Moro para que se viniera a San Pablo.
-¿Y Pedro Aznar?
-Justo cuando yo había regresado a Buenos Aires, lo vi a Pedro tocando en un boliche con
el grupo de Parentella. Me pareció el mejor bajista que había escuchado en mi vida y esa
misma noche le di mil dólares que había sacado del contrato y le dije: "En
cualquier momento viene a buscarte Billy Bond para llevarte a Brasil".
Moro y Pedro llegaron a San Pablo a las
tres de la madrugada. Esa misma noche tocamos por primera vez juntos y decidimos armar
Serú Girán.
-¿Qué significa Serú
Girán?
-Nada, absolutamente nada. El nombre salió de un tema que hicimos en Buzios y que se
llamaba "Serú Girán". La letra decía: "Cosmigonón,
gisofanían, Serú Girán paraía" Teníamos un lindo tema sin letra. Entonces
dijimos:
"Hagamos una letra hermosa en el
sentido de escucharla, como si fuera un instrumento".
Al principio, el grupo se iba a
llamar Bicicleta, a mí me gustaba más, pero a los demás les copaba Serú Girán. Y
finalmente, el grupo se llamó Serú Girán.
-¿El primer LP de Serú Girán se hace en Brasil?
-Lo empezamos a grabar en Brasil y lo terminamos en Estados Unidos. Había aparecido
Daniel Goldberg que hizo los arreglos orquestales y lo grabamos en Los Angeles. Teníamos
dos pesos, pero conseguimos buena orquesta, un poco por la buena onda y otro poco porque
los músicos se coparon con lo que estábamos haciendo y tocaron fuera de los horarios de
los sindicatos, razón por la que nos cobraron más barato. Lo hicimos en Norteamérica no
porque pensáramos entrar al mercado yanqui, sino por gusto. En Serú Girán componíamos
David y yo. Él hacía las melodías y yo las letras o viceversa. Juntos hicimos temas
como "Noche de perros" y "F.M.". Todos los demás que compuse con
David son muy lindos.
-¿Qué panorama te abrió la música brasileña?
-Me dio una nueva información que no la tenía computada. Es una música muy lírica. Me
gustan mucho las letras de Caetano Veloso y las de Milton Nascimento. A mí me sonaba a
rock a pesar de que los músicos brasileños lo nieguen. Serú Girán sonaba en muchas
partes como si fuese un jazz rock influido por la música brasileña. Esto se debe a la
influencia de Aznar y a que Serú Girán nació en una casa de San Pablo. Después, tuve
la suerte de tocar en Obras junto a Gilberto Gil. No éramos amigos, nos había unido el
productor. Pero a partir de allí surgió una corriente de simpatía mutua.
-¿Cómo fue el debut de Serú Girán ante el público porteño?
-Nosotros veníamos con una manija bárbara. Pensábamos que íbamos a matar, y el primer
recital en Obras con orquesta y circuito cerrado de televisión fue un fracaso. Teníamos
un tema disco ("Disco shock " que era una cargada a los temas de ese tipo. Pero
la gente se lo tomó en serio y pensaron que nos habíamos cambiado de bando. Entonces
comenzaron a pedirme "Blues del levante", que es un tema que yo hice en joda
para el recital de despedida de Sui Generis, pero parece que la gente lo convirtió en una
especie de himno. El tema me había parecido bueno la primera vez. Es como cuando te
cuentan un chiste: la primera vez lo festejás, la segunda te sonreís y la tercera,
decís: "Pará de contarlo que estoy podrido de oír siempre lo mismo". Además,
en un determinado momento del recital, David se acercó al micrófono y dijo "Cuando
era chiquito no, pero ahora, ¡qué puto que soy!". Se cayó todo el estadio, la
gente estaba en silencio porque desconfiaba. Al día siguiente, salió en el diario La
Opinión una nota en la que se decía que lo peor que había en la Argentina era Serú
Girán. La nota decía que teníamos voces homosexuales. Luego de esas críticas, nos
costó muchísimo remontar nuestra imagen. Pienso que esa reacción del público se debe a
que los rockeros son muy críticos y muy celosos. Esto, por un lado, es bueno, porque no
te dejan que te estanques, pero por otro lado, no te permiten el humor. Ahora ya no es tan
duro, pero en esa época en que todos los grandes grupos se habían separado, el público
esperaba que yo dijera: "Bueno, nos hemos reencontrado después de tanto
tiempo", pero yo sólo subí al escenario y toqué música. Además, mientras yo
estuve en Brasil, hubo toda una campaña de los medios de difusión en contra de mí. Las
notas eran del tipo "Charly está en Brasil y se olvidó de nosotros". Hubo una
revista qué tituló su tapa con "Charly García: ídolo o qué?", y empapelaron
la ciudad con el aviso de la revista. Creo que la gente y Serú, empezaron cruzados.
-¿La música de Serú Girán era diferente a la de La Máquina?
-Ante todo, me gustaría decir algo que viene a cuento de tu pregunta. Mi amor por Zoca me
cambió el panorama de muchas cosas y por ende, también de mi música. Zoca me dio
seguridad. Por otro lado, saliendo un poco de Buenos Aires, me di cuenta de muchas cosas
que aquí se toman por muy osadas y en otros lugares son bien comunes. Y esas cosas son
por las que estuve peleando siempre, pero cuando las ves cara a cara comenzás a tener
otra relación con ellas. En lo que respecta a la música de Serú Girán, la misma era
más suave que la de La Máquina.
El primer LP de Serú Girán fue
compuesto mirando el mar.

Luna de miel en Buzios
Creo que ese LP fue muy bueno,
lo que pasa es que no cuajaba con la onda que se esperaba que yo hiciera.
-¿Vendió bien ese disco?
-Al principio no, pero luego comenzó a marchar bien. Fue una risa, porque la gente
después dijo que los larga duración de Serú Girán no eran tan buenos como el primero.
Y eso que ese disco fue recriticado al principio.
-¿En "La grasa de las capitales' la tapa del disco era una imitación en
broma de la revista Gente?
-Sí. La idea fue mía. Yo estaba podrido de esas revistas tipo Gente que son tan caretas.
El disco fue para ir al choque directamente. Las canciones eran más pesadas, más
contestatarias. Yo siempre me influyo por lo que estoy viviéndo, y el clima de Baires con
las críticas a Serú Girán, me parecía una grasada y me tenía los nervios de punta.
Había que salir de la grasa, de la mediocridad. Incluso, el título era un palo para el
rock, había que salir de que "somos diez rockeros, tenemos el pelo largo y no
queremos juntarnos con nadie". Por suerte, el público de rock cambió. Está más
abierto a otro tipo de propuestas y además, ahora va a los recitales otro tipo de
público que antes no iba. Es un público, me parece, al que le gusta tanto el fútbol
como el rock o el cine.
-¿Cómo se te ocurrió la letra de "Canción para Hollywood "?
-La hice en Hollywood, cuando estaba grabando el primer disco de Serú Girán. Estaba
parando en la casa de una cantante amiga de Pino Marrone. Y una noche en el piano de esa
casa, que era de las típicas de Hollywood, con una vista increible, la compuse. Sucede
que esas casas increibles son todas de cartón y todos los días se incendia una. La
decoración de las mismas es muy mersona. Esa canción era la visión de un
latinoamericano sobre Hollywood. Recuerdo que Gustavo Santaolalla se enojó mucho pensando
que la canción la había compuesto por él, pero no era así, la había hecho para los
tipos de cartón pintado de Hollywood.
--¿"La grasa de las capitales " vendió bien ?
-Sí, vendió bien. Y después vino "Bicicleta".
-¿A quién y por qué se le ocurrió pedirle a Renata Schusheim que hiciera la
escenografía para el show de "Bicicleta "?
-Yo soy muy amigo de Renata. Fue por ella que conocí a Zoca. Pensé que sería bueno
hacer algo juntos, salir un poco de la de siempre. Por eso le encargué la parte visual de
mis shows a ella. Pienso que fue un paso adelante en el sentido que dije: "No soy
omnipotente, es necesario trabajar en equipo con otra gente". El público recibió
muy bien la propuesta escénica. A partir de "Bicicleta" empezaron los grandes
shows de Serú Girán.
-¿Cómo te sentís mejor? ¿tocando en un recital grande o en uno chico?
-Las dos cosas son buenas. En un recital chico tenés la ventaja de que podés hablar
mucho más con el público. Pero Obras es un lindo estadio, para mí ya no es muy grande.
Con "Peperina" hicimos seis Obras seguidos. Creo que Serú Girán superó a Sui
Generis en popularidad. Lo que pasa es que ahora el rock ya no es tan nuevo. Una vez
hicimos un recital en la Rural, al que fueron sesenta mil personas. ¡Me moría de miedo!
Nosotros esperábamos veinte mil, y fueron sesenta mil. Hay que tener cuidado porque en
esos sesenta mil siempre hay gente que no va a escuchar música sino a armar lío.
Recuerdo que la gente se subía a los focos de luces y eso era un peligro ya que estaban
todos electrificados. Pero por suerte no pasó nada malo y todos nos fuimos contentos.
-¿Quiere decir que el público de rock no es coherente,
se forma con diferentes grupos?
-Hay siempre una parte densa en el público de rock, gente con campera negra, tachuelas y
todas esas cosas. Esa gente va a los recitales sólo a hacer lío.
Porque está en contra de la música. Les gusta pero no se bancan que les guste. Por ahí
están haciendo quilombo pero siguiendo el ritmo con los pies. Yo no creo que el rock
tiene que ser para algunos, que el rock es más importante que otra cosa, que va a
salvar al mundo. Yo creo que en Buenos Aires hay mucha gente con mentalidad underground.
Por suerte, me parece que ahora hay un nuevo underground que no es pesado, que es más new
wave, más pop, como en la época del Instituto Di Tella.
-¿Qué pensás de "Peperina "?
-Pienso que fue el mejor LD de Serú Girán. Está tocado con criterio y bien grabado. Es
una de las mejores cosas que hice hasta ahora. Fijate que hasta a Mercedes Sosa le
gusta...
-¿Cómo te fue en el festival de jazz en Río de Janeiro?
-Se llamaba "Río Monterrey Jazz Festival". El público no sólo era jazzero. En
Brasil, cuando se promociona algo, sea lo que sea, siempre hay mucha gente. Además, en
Río, no hay una tradición jazzera. Sólo hay pubs como el Club 2I en donde tocan
Vivaldo, los músicos de Milton. Es un círculo como aquí es Jazz & Popp. En un mismo
día había dos programas distintos. Nosotros teníamos que tocar de tarde pero nos fue
tan bien que nos pusieron a la noche de nuevo. De noche era más importante, porque
imaginate que a las cuatro de la tarde en Río, todo el mundo está en la playa y a la
música ni bolilla. A la tarde tocamos con George Duke y Pat Metheny. A la noche con John
Mc Laughlin, Hermeto Pascoal, Edgberto Gismonti y Weather Report. Increíblemente, la
gente se copó con nuestra música. Lo que sucede es que teníamos más marcha que los
demás. Nuestros primeros tres temas fueron lentos y la gente sólo aplaudió, pero cuando
empezamos con "Las nuevas olas" el público se paró y comenzó a seguir el
ritmo y a bailar. Cuando tocaba Mc Laughlin la gente patinaba y le tiraba avioncitos de
papel. ¡Yo me quería morir! Si a Mc Laughlin le hacían eso, a nosotros nos achuraban.
Pero no. Allá pocos conocen quién es Mc Laughlin o Weather Report, no están tan
informados como el público argentino. Para ellos, ese recital del Maracazinho era más un
acontecimiento social que otra cosa. Tocamos sin nuestros equipos pero había un
stagemanager que era buenísimo. Le hicimos un planito de cómo tenían que estar ubicados
los instrumentos sobre el escenario, y cuando subimos, ¡estaban todos en el lugar donde
debían estar! El tipo te decía: "El show de ustedes dura 25 minutos, al 26 les
corto la luz". A todo el mundo le hacía eso, fueras o no conocido. Por la noche
tocamos cuarenta minutos pero el tipo no nos dijo nada. Después nos contó que si
hubiéramos seguido tocando estaba todo bien. Éramos el único grupo argentino en ese
festival pero no tuvimos ningún problema de comunicación por las letras, mucho
caipirinha.
-¿No pensás, después de la experiencia de ese festival, que podés tener éxito
en Brasil?
-Sí, pero hay varias maneras de conseguir el éxito en Brasil. Una es trabajando de
hormiga, pueblo por pueblo, hasta hacerte conocido. Con este sistema tardás mucho tiempo.
La otra forma de copar el mercado brasileño es que una compañía como O Globo o
Bandeirantes, te edite un disco y te haga aparecer en la televisión. Yo estoy tratando de
realizar esta segunda variante. En Brasil no hay movimiento de rock. Hay gente que me
conoce por la revista Pelo. Pienso que sería importantísimo que nuestro rock sea
aceptado en Brasil. Empezaría un intercambio de música e ideas que nos haría crecer
tanto a los músicos de la Argentina como a los de Brasil. Lo malo de esto es que tenés
que hacerlo todo por tu cuenta. No tenés ningún apoyo oficial y lo que nosotros
intentamos hacer es exportar música argentina. Pero a pesar del auge y difusión que ha
cobrado actuahnente el rock en nuestro país, hay muchos funcionarios que aún no lo ven
como una música nacional, siguen pensando que somos extranjerizantes. Pero a pesar de
todos estos inconvenientes, me tengo fe, creo que se puede copar el público brasileño.
Es sólo cuestión de tocar los timbres correctos, no dar un paso en falso. El rock
argentino tiene grandes posibilidades en Brasil. El tiempo dirá.
Adios Seru Giran. Hola
Charly García
-¿Por qué se separa
Serú Girán?
-Se separa en el concierto del teatro Coliseo, porque Pedro se va. Entonces, con David y
Moro, al principio, dijimos que íbamos a seguir. Me fui tres meses a Brasil de
vacaciones. Cuando volví a Buenos Aires tenía una polenta increíble para seguir con
Serú Girán, pero David ya no tenía la misma polcnta. Me ponía muchas trabas,
demasiados límites. Entonces empecé con la idea de hacer algo solo. Y así fue como
comencé a componer la música dcl filme "Pubis angelical". Cuando me
propusieron hacer la música de esa película, ya tenía compuestos algunos temas como
"Yendo de la cama al living" Y cuando empecé a grabar esos temas me olvidé de
Serú Girán como grupo musical. ¡Saludos a Moro, David y Pedro!
-¿Qué pensaste cuanto te vinieron a ofrecer que cornpusieras la música de un
filme?
-Ya me habían ofrecido antes hacer la música de varias películas pero no me gustaba
ninguna idea. Sólo hice una canción para la película "Alicia en el país de las
maravillas", la primera parte de la canción de Alicia ("Bicicleta"). Pero
no compuse más pues el proyecto era medio delirado. En cambio, cuando Raúl de la Torre
me vino a ofrecer que yo hiciera la música de su filme, me pareció un tipo serio y que
sabe respetar el trabajo de los demás. Además, tuvo una explicación coherente de las
razones por las cuales quería que fuese mi música la que acompañara la película. Me
dio el libro de "Pubis angelical" para leerlo y me gustó. Cuando me preguntó
qué tipo de música yo encontraba adecuada para su filme le respondí: "Tango, pero
tango a lo Pink Floyd". Y no vi la película hasta que estuvo terminada, pues él
trabajaba antes con la música. Él me contaba cada escena. Por ejemplo, me decía:
"Ahora entra la chica a la habitación, quiero música para esa escena". Y en
realidad, esa forma de trabajar es mucho mejor porque sino está todo muy digerido. Con
este método de trabajo, yo me imaginaba cosas que no estaban y muchas escenas del filme
las sugería la música. Hice toda la música de la película, las partes instrumentales y
los temas. Hay un solo tema que no es mío. Es una canción de los años 20 que Patricio
Bisso la canta con un ukelele.
-¿Quedaste conforme al ver el filme?
-Sí, muy conforme. Primero, porque todo lo que De la Torre me había contado estaba, y
segundo porque pienso que la fotografía y la dirección eran buenísimas. De la Torre
revalorizó mi música, hay mucha música mía en el filme. Hay temas a los que él les
sacaba la parte instrumental y dejaba sólo la voz por los veinticuatro canales, o sea que
en parte también modificó mi música y lo hizo con mucho oído y respeto. Me interesa
este tipo de cine que tiene más imágenes y música que diálogos. Hacer la música de
esta película significó un paso adelante. Pude componer un montón de música
instrumental que de otra forma jamás la hubiera hecho. Me dio fuerzas para componer más
cosas.
-¿ Y el disco "Yendo de la cama al living "?
-Lo grabé casi solo y lo saqué con la banda de sonido del filme.
-¿Cómo hiciste la grabación?
-Lo primero que hice fue grabarlo en un grabadorcito que tengo en mi casa. Con esa cinta
hice los "demos" y después iba al estudio y los copiaba. Lo primero que hacía
era poner la voz y el piano. Mis discos anteriores los hacía al revés, lo último que
grababa era la voz y pienso que por esa razón no se entendían mucho mis letras. Ahora la
voz está más revalorizada. Todos los espacios que no ocupaba la voz o los dejaba en
blanco o grababa otros instrumentos. Es el disco que más me gusta de todos los que he
hecho y por suerte es el que más ha vendido en mi carrera.
-"Yendo de la cama al living" tiene mucho que ver con `Estoy solo
durmiendo ", de Lennon-Mc Cartney.
-Sí, tiene mucho la onda de componer en mi casa. Lo voy a seguir haciendo. Pienso seguir
grabando y componiendo solo, me sale mejor. Incluso, si quiero tocar el disco en vivo, es
mucho mejor. Le doy la cinta a los músicos y ellos escuchan y sólo tienen que copiar lo
que yo hice. Por ahí agregan algo, pero estoy trabajando más en un concepto de música
que es "expresémonos todos a través de la música", me expreso yo y no sólo
queda una canción sino toda una bola de música. También aprendí a manejarme con los
silencios. Antes no había lugar en blanco, siempre alguien metía algún dedito.
-¿Cuál es la razón para que ahora te dediques más a la guitarra que al
teclado?
-En este último disco, la mitad de los temas están hechos con guitarra y la mitad con
piano. Lo que ya casi no utilizo es el sintetizador. Antes tocaba el piano con muchos
sintetizadores pero ahora toco el piano eléctrico pelado. Esto obedece a una cuestión de
imagen, quiero que me vean como un tipo que toca el piano y no como un músico rodeado de
instrumentos. Sólo en un par de temas, para mis recitales, voy a tocar un
minisintetizador que se cuelga. Andrés Calamaro hará las partes sinfónicas. Mi música
actual es menos orquestada, más rockera, aunque sólo haya un rock. Mi sonido actual es
del tipo del de los años 60, más parecido al de Los Beatles. Además, en vivo, haré
varios temas de La Máquina como "Hipercandombe" y "Marilyn". También
haré un tema nuevo que aún no está grabado y que trata sobre los desaparecidos. Se va a
llamar "Los desaparecidos" o "Los dinosaurios". Es una especie de
comparación entre los dinosaurios y los desaparecidos. La letra del tema dice: "Los
amigos del barrio pueden desaparecer / los que cantan por la radio pueden
desaparecer". Y sigue así un tiempo largo, nombrando todo lo que puede desaparecer.
-¿El tema vos lo hacés porque sentís que ahora se puede hablar de eso?
-La letra la había hecho para un tema de David Lebón. Al principio no lo hice con la
onda política sino con la onda de que no hay que atarse a nada, porque cuando te apegás
a las cosas, cuando más tenés, sentís más la falta de algo, y lo de los dinosaurios es
porque como dice la letra: "cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a
nada, imaginen a los diuosaurios".
--En tu último disco, Spinetta toca la guitarra. ¿Es la primera vez que tocás
junto a él?
-En disco sí. Pero nosotros ya habíamos tocado juntos en un recital que hicimos en Obras
a raíz de que ciertas publicaciones tiraban la onda de que estábamos peleados. Recuerdo
que en la tapa de la revista Hurra salimos Luis con la camiseta de River y yo con la de
Boca y el título decía "¿El rock es un partido de fútbol?". Por la tapa,
pensé en un primer momento que la nota era irónica, sin embargo, era todo lo contrario.
Decía que en el rock había dos ramas,
los "decadentes" que eran los que me escuchaban a mí, y los "puros"
que eran los que seguían a Luis Alberto Spinetta y a M.I.A.. Además, se decía que yo
tenía un clan "tipo Sinatra" con León Gieco, Porchetto y Nito Mestre.
Era algo totalmente ridículo.
Justo en ese entonces, nos veíamos bastante seguido con Luis Alberto. Cuando vimos la
nota nos dijimos: "Hagamos un recital juntos y tapemos la boca a todo el mundo".
El recital salió fenómeno. Fue Spinetta Jade y Serú Girán. Zapamos juntos y sobre el
final los dos grupos tocamos "Crisálida" y "El mendigo en el andén".
¡Éramos como veinte sobre el escenario! Esta vez me di el gusto de grabar con Luis
Alberto. Él hizo la viola en los temas "Canción de dos por tres" y
"Peluca telefónica". Este último, fue el único en el que realmente zapamos un
poco y cada uno tocó lo que sentía ya que el resto del disco estaba muy marcado de
antemano. Me siento contento de ser amigo de Luis. A partir de ese recital, se rompió el
hielo. Siempre me impresionó su música. "Crisálida" es un tema súper. Hace
un tiempo, al que le gustaba mi música no le gustaba la de Luis, pero ahora todo cambió.
Cuando me quieren joder me gritan " ¡Viva Pappo!", mientras que antes me
gritaban " ¡Viva Spinetta!". No entiendo. Yo, con Pappo, nunca tuve ningún
problema, inclusive una vez hicimos juntos una gira a Punta del Este y zapamos juntos.
Personalmente, creo que Pappo no tiene demasiado que ver con esa imagen de superpesado que
la gente se hace de él. Lo que sí puedo decir, es que el público de Pappo es medio
jodido. Pienso que esto arranca de cuando Pappo hizo unas declaraciones en las que decía
que el rock era él y que Sui Generis había cagado el rock. Pero yo intuyo que en el
fondo él no piensa de esa manera, no creo que sea tan cuadrado para pensar que la música
que él hace es lo más y la otra no existe. Pappo es músico y por eso no puede ignorar
el resto de las corrientes del rock. La gente que lo sigue a Pappo cree al pie de la Ietra
sus declaraciones y por eso tira monedas en los recitales de otros grupos. Siempre, en
cualquier recital, hay dos o tres fans de Pappo que no van a escuchar música sino a
jorobar. A mí me parece que Pappo se debe cagar de risa de todo eso pero de alguna manera
también vive de esos tipos que hacen un culto de la campera de cuero.
Sui Generis for export
-¿Para qué Sui Generis
se volvió a unir?
-Fue para tocar en Chile y Uruguay. Es una manera de abrirnos el mercado como solistas en
esos países. Allí nadie conoce ni lo que hace ahora Charly García ni lo que hace Nito
Mestre. En Uruguay, para dar un ejemplo, Sui Generis llenó, hace muy poco, un estadio con
veinte mil personas. Pero nuestros recitales no son sólo con música de Sui Generis. Los
conciertos son así : empieza Nito con su banda y hace todo su material nuevo, sobre el
final de la parte de Nito subo al escenario y cantamos dos temas de Sui Generis. Luego nos
quedamos Nito y yo solos y hacemos cuatro temas más de Sui Generis. Se va Nito y sube mi
banda con la que hacemos todos mis temas nuevos y sobre el final entra la banda de Nito
nuevamente y hacemos dos temas más de Sui Generis. A partir de que nosotros fuimos a
Uruguay, después fueron David y León. La gente recibe muy bien nuestra nueva música. Es
que en esos países sólo se editó el material de Sui Generis. Pero antes, en Uruguay,
sólo iban doscientas o trescientas personas por recital. Desde que fuimos nosotros, la
cosa se empezó a mover de nuevo.
-Piensan hacer lo mismo en otros países de América latina?
-No, los únicos lugares en donde se conoce a Sui Generis son Uruguay y Chile. A
Venezuela, da lo mismo que vaya Sui Generis o que vaya yo con mi nueva banda. Pensamos
editar "Yendo de la cama al living" en todos los países de América latina. Es
el primer disco mío que despierta tanto interés. "Peperina" también había
despertado expectativas, pero como Serú Girán se separó no pudo ser.
-¿Qué te parecen las continuas recopilaciones que se hacen de los temas de Sui
Generis?
-Es algo graciosísimo. Sui Generis tiene tres discos oficiales pero hay cinco
recopilaciones diferentes. En cuanto a las recopilaciones de La Máquina, me gustan más.
La compañía grabadora no me consulta para hacer la selección de los temas, ellos lo
pueden hacer por su cuenta debido al contrato que para ese entonces firmé.
Qué te dio tu relación con el productor Daniel Grinbank?
-Es otra cosa, Daniel es mi socio. Él propone, por ejemplo, lo de Sui Generis en el
Uruguay, pero lo nuestro se arregla charlando.
Grinbank no tiene ningún contrato
conmigo, todo es de palabra, nuestra relación es amistosa. Él se hizo conmigo, cuando
vino a hablarme Serú Girán no existía como grupo porque nos iba muy mal y Grinbank
estaba con grupos con los que no pasaba nada. Serú Girán y Grinbank fueron dos cosas que
crecieron paralelamente.
Él tiene una visión muy
parecida a la mía de lo que es el rock y de cómo hay que manejarlo. En otra productora
no cuidan al músico. Con Daniel comenzamos con la política de producir nuestros propios
espectáculos e invertir el dinero de esos shows en espectáculos mejores. Lo nuestro es
producción independiente. La concretamos definitivamente cuando, a partir de
"Bicicleta", tuvimos nuestro propio sello discográfico. A partir de ese
momento, cambió mi vida. Yo tenía un gran peso encima que era el de ir a las compañías
grabadoras y pelearme porque las tapas no me gustaban o el sonido era malo. Yo me sentía
humillado y cansado de esperar. Cuando uno recién empieza, está bien esperar. Pero
cuando tenés toda una carrera detrás y tenés que esperar dos horas a alguien y encima
ese alguien decide más que vos, el asunto se torna insoportable. Mi relación con Daniel
es muy clara: él hace los números y yo la música, funcionamos como un dúo. Yo pienso
que hay dos clases de managers: los que están a la cola del artista y aprovechan el
éxito y hacen mil bailes, y los que provocan un éxito con determinado artista.
-¿Fue Daniel Grinbank quien te dio la idea de ser el productor de Los Abuelos de
la Nada?
-Surgió cuando empezamos a tener nuestro propio sello discográfico.
El sello que utilizamos los Serú
Girán es S.G. y los que le gustan a Daniel graban en D.G. En S.G. sólo graban aduellos
que los "serugiraneses" decidimos. Los demás van a D.G.
Es algo así como el sello que
hizo Led Zeppelin. La idea no es crear un monstruo tipo Apple, sino algo que podamos
manejar. Además, de números yo no entiendo nada. Mi producción para el disco de Los
Abuelos de la Nada es puramente amistosa. Pienso que con mi experiencia, yo los puedo
ayudar a grabar mucho mejor. Si yo hubiese tenido un buen productor cuando fui a grabar
"Vida", ese disco aún sonaría bien. Recién con "Peperina" supe
cómo grabar correctarnente. Cuando un grupo nuevo va a una sala de grabación, por
inexpericncia pierde tiempo innecesario. No es sólo ir, poner el enchufe y tocar la
guitarra, hay que saber explicarle al técnico de la consola qué es lo que vos querés.
Por ejemplo, vos le pedís al técnico que te haga un sonido volado con la viola pero hay
mil maneras de hacer ese sonido. Se puede poner eco, flanger, doblar la guitarra,
filtrarla, comprimirla, etcétera. En cambio, es mucho más preciso decirle al técnico:
"Poné el MXR y cortame 50 ciclos y enfatizame tal cosa", etcétera.
-Desde que sos independiente, ¿siempre tenés el mismo técnico en la consola?
-Yo tengo la suerte de tener un tipo como Amílcar Gilavert. Él graba todos mis discos.
Somos amigos. Es una persona como Daniel, le gusta estar a la vanguardia y pelar sonidos
nuevos. Él se queda hasta las 8 de la mañana cuando nosotros estamos muertos y no
podemos más, y todavía está esperando tu mejor toma y tu mejor solo. La escena anterior
a ser independiente era cuatro tipos enloquecidos, un técnico que se dormía pues venía
de grabar con cuarteto de cumbia y lo único que esperaba era que esos "plomos de
pelo largo" se fueran del estudio. Amílcar se especializa en rock. También hace
nuestro técnico en vivo.
-El rock es serio?
-Es serio en el sentido que ocupa un lugar en la sociedad, que tiene su público. Pero la
imagen que la prensa creó del rock tuvo mucho que ver con que nadie nos prestara
atención. Sólo se fijaban en nosotros cuando en un recital se armaba lío. Entonces sí,
sacaban fotos y hablaban de los "hippies degenerados". Los triunfos del rock se
omitían. La prensa daba un mensaje del tipo "Señora, no deje que sus hijos vayan a
un recital de rock pues los pueden pervertir".
-O sea que el rock no tenia difusión o cuando la tenía era para atacarlo...
-Escuchar un tema de La Máquina por la radio era rarísimo. Hacíamos un programa de
televisión por año. Ahora es otra cosa. El rock no existía a nivel comercial. Yo pienso
que su difusión viene a raíz de que los productores se dan cuenta de que hay muchos
conjuntos que llenan estadios y ahora, con motivo del conflicto de las Malvinas, empezó
una dìfusión muy fuerte del rock nacional. En la época de Sui Generis había un poco,
había varios programas de radio. Pero cuando empezó el gobierno militar se pudrió todo.
. .
-¿No creés gue el problema de la difirsión del rock tiene que ver con cierto
periodismo muy omnipotente como el de la revista Gente?
-Recuerdo que en una nota que nos hicieron para esa revista, los periodistas nos trataron
como si fuéramos unos tarados. Por ejemplo, nos decían: "Vayan a la costanera,
pónganse a hacer payasadas y les sacamos una foto". Nosotros nos negamos
terminantemente y los periodistas nos decían: "¿Pero ustedes creen que son
Beethoven?". No, loco, ya sé que no soy Beethoven, pero sí soy un artista y ellos
no son nada más que unos chismosos a sueldo. Con esas actitudes, ellos te creaban una
especie de coraza. Por eso, cuando vienen a pedir notas para ese tipo de revistas, yo
siempre digo no, aunque a veces acepte esos reportaje con algún tipo de control.
-Pero ahora carnbiaste?
-No, no cambié. Sucede que ahora está de onda decir que el rock mata y todo eso.
Además, yo exijo que se respete lo que digo, sobre todo con esas revistas.
-Para vos es lo mismo salir en la revista Gente que en el Expreso Imaginario?
-No es lo mismo. El Expreso es una revista para gente de rock, por lo tanto yo puedo decir
que afìno la guitarra de tal o cual forma, son cosas que sólo le interesan a ese
público. A la revista Gente yo también le podría decir muchas cosas, lo que pasa es que
te cambian todo lo que decís. Me acuerdo de una vez que, en ese tipo de revistas, salió
una nota en la que se decía que mis vacaciones eran en Pinamar, donde me gustaba ver las
dunas y el sol. Era mentira. yo nunca había estado en Pinamar. Cuanclo hablé con el
periodista, me dìo como excusa que había perdido el reportaje y por eso lo había hecho
nuevamente como le parecía a él. Hace dos semanas me llamaron de Gente porque querían
un reportaje y yo les dije:
"Bueno, lo doy, pero hacemos un
reportaje por contrato para que no me camhien nada de lo que digo y además quiero ir en
la tapa y en camiseta".
--¿Estas actitudes
suceden porque el rock es marginal o porgue la gente lo menosprecia?
--Yo creo que lo menosprecia porque piensan que no es serio, o por desconocimiento, o
porque no les gusta la música.
-¿Pensás que atacan al rock porgue es una música que cuestiona ciertos valores
del sistema?
-Lo que pasa es que mucha gente aún tiene metida en la cabeza la imagen de los chicos de
"Música en libertad". Además esos periodistas miran todo de arriba. Son tipos
que quizá viajaron un poquito por Europa y se creen que se las saben todas. Pienso que el
rock, en cierto modo, va contra algunos valores de nuestra sociedad. Hasta hace poco, vos
salías a la calle con pelo largo y te agredían.
-¿Recién a partir de un año atrás las madres dejan ir tranquilas a sus hijos a
un recital de rock?
-Sí, antes sólo iban los pibes más osados. Ahora, la represión que hay en los
conciertos es mucho menor. Antes era terrible, ir a un recital era un riesgo. Es feo que
mientras uno está tocando música, se lleven a todo el público en cana. AI final,
llegás a pensar que vos le tendés a esos chicos una trampa.
-¿Vos ternés un cuerpo de seguridad que te proteje?
--Sí, estoy protejido, ya no me llevan en cana.
Nosotros mismos contratamos policías
para que cuiden el teatro pero, fundamentalmente, para que cuando vengan otros policías
no nos molesten.
Contratarnos a tipos que ya son
medio amigos nuestros. En la cana, como en todos lados, hay personas buenas y personas
malas. Estos canas que trabajan con nosotros tienen una visión más humanitaria de las
cosas. Por ejemplo, si un pibe se para sobe una silla, en vez de bajarlo de un garrotazo,
van y le piden por favor que se baje.
-¿qué pensás del punk?
-Creo que tiene que ver con otros lugares y que nació sinceramente. Pero después se
convirtió en moda y como tal no me gusta porque que una persona se ponga fea y agresiva
por moda me parece tonto. Para aquellos que están de última, okey, pero hacerse el malo
porque sí no lo entiendo.
-¿O sea que vos sostenés los principios hippies?
-No sé si los sostengo, pero yo soy muy pacífico. No creo en la violencia gratuita de
los punk, ni en la jipijapa tampoco.
- Hubieras ido a El Bolsór a vivir en comunidad ?
-Yo hubiera ido aunque no sirvo para vivir en comunidad porque soy bastante introvertido.
Me cuesta compartir, me gusta estar solo. Pero me parece genial que un grupo de gente se
borre porque no es feliz en un lugar y se vaya a otro. Incluso, en Brasil, hay mucha gente
que sin estar en comunidades, vive en chozas en medio de la selva. Cada uno tiene que
encontrar su camino. Por eso digo que no soy hippie ni punk, respeto todas las
filosofías, pero no me gustan los uniformes, ordenar mi vida a partir de lo que piensa
otra persona.
-¿Por qué no actuaste en B.A.Rock?
-Sentía que no iba a venir bien. El festival lo organizaron tres personas: Pitti, Oscar
López y Daniel Ripoll.
Con Pitti jalnás tuve problelnas, es
un tipo macanudo, pero con los otros dos. . . No me gusta la línea de Pelo, pero no
quiero hablar del tema porque siempre le estoy tirando palos.
En realidad, el motivo
fundamental es que no quiero hacer un show más o menos. En B.A. Rock no se pueden hacer
bien las cosas, todos usan los mismos equipos y me parece que nó tiene nada que ver.
Tendría que haberse hecho de otra manera: dos días y con la gente que tiene que estar,
no con cinco mil grupos que no vale la pena oír. No es por los grupos nuevos, no tengo
prejuicios contra ellos, pero si vos pagás una entrada quince palos tenés que ver un
espectáculo bien hecho y con grandes figuras. Quizá podría haber dos o tres grupos
nuevos, pero los demás tienen que ser de los grandes. Además, no hablaron conmigo. Creo
que si me hubiesen hablado antes hubiera ido. Pero ir a B.A.Rock como a un show cualquiera
sólo porque me pagan, no. Los B.A. Rock anteriores tenían otra polenta.
Pienso que las cosas no se
tienen que volver a repetir.
Este B.A. Rock trató de vender
un recuerdo y crco que la gente no necesita de recuerdos para juntarse. Creo que hay
motivos mucho mas poderosos como la música. Cuando yo doy un recital no lo hago porque
sí, lo hago porque quiero presentar un disco nuevo o promover algo. Entonces, la gente
que me viene a ver sabe que se va a encontrar con algo nuevo, canciones nuevas y
escenografía. Y en BARock todo eso no se puede hacer. Es imposible montar un show en
media hora.
¿No te gusta la nostalgia en el rock?
-No, no me gusta m parece que la
nostalgia en el rock es algo que tira contra.
Es como con el tango, cuando
entra la mano de la nostalgia. Hay muchos rockeros que cultivan una nostalgia del rock,
muchos dicen que rock era el de antes y se quedan con toda esa sanata y no aceptan la
música nueva. Esta actitud no viene bien para el rock.
Todos sabemos quién fue Litto Nebbia o
John Lennon, ellos marcaron el camino porque fueron los primeros, su música fue original
y llevaron todo un movimiento adelante.
Pero la música cambia todos los
días como el mundo y no podés estar hablando ahora de las mismas cosas que hace quince
años. Al menos, en el aspecto social, las estructuras se han movido un poco, no se puede
scguir hablando de los hippies. Ya sabemos qué pasó con ellos y lo que significaron,
pero ahora hay que construir algo nuevo. Woodstock fue lindo pero no pasó de eso, pues
nadie se quedó a vivir allí. Cuando terminó todo el mundo desarmó sus carpas y se
volvió a sus casitas a ver televisión. Me parece que andar siempre soñando con
paraísos sensoriales, con camperitas, pelo largo y mostacillas es inútil. En todo caso,
es algo folklórico del rock. Lo importante es crear cosas nuevas.
-¿Por qué se te ocurrió grabar `No bombardeen a Buenos Aires" ?
-Yo estaba podrido de escuchar a mis amigos o gente conocida que se la habían creído.
Recuerdo que yo estaba grabando en el estudio y me parecía que había una irrealidad que
se estaba haciendo más fuerte que la realidad. Existía una realidad subyacente que era
nuestra tremenda inferioridad. Ellos tenían y tienen el mundo y todo el poder
tecnológico. El tema habla del terror de cuando vos sentís que se viene una mano renegra
y aparentemente todo está bien. Además, la gente tomaba a la guerra como si fuese un
partido de fútbol, era horrible.
Recuerdo que un día fui a una cancha
de fútbol y la gente gritaba: "No pasa nada, no pasa nada, si no tenemos armas los
cagamos a patadas". Es gracioso pero es terrible.
¡Cómo que los cagamos a
patadas!, viene un gurkha con un rayo láser y te desintegra y tu patada no existe,
-¿Te vas a comprar una casa en Brasil?
-Sí, es un proyecto que tengo. A mí me sucede algo muy curioso aunque en realidad es muy
común. A medida que sos más famoso perdés más libertad. Ganás libertad artística y
creativa para hacer lo que más te guste, podés poner toda tu profesionalidad al servicio
de algo creativo, pero a la vez ya casi no podés salir a la calle pues en seguida estás
rodeado de gente. Yo soy un tipo rnedio paranoico, me gusta que la gente me reconozca
porque es algo que busqué, sería falso si lo negara. Pero como todo el tiempo no puedo
estar hablando con todo el mundo, Brasil es un lugar diez puntos.
-¿Cómo se comporta la gente con vos en la calle?
-Bien. Por ahí hay algunos que me tiran malas ondas gritándome: " ¡Viva
Pappo!", pero en general, la gente me tira ondas buenísimas. Eso sí, ya no puedo ir
a cualquier lugar a tomar un café con un amigo, tengo que elegirlo muy bien pues si no me
paso todo el tiempo firmando servilletitas.
-Lennon salía a caminar por Nueva York con bufanda y sombrero para que nadie lo
reconociera. . .
-Me encantaría salir disfrazado, pero en este país salís a la calle disfrazado y te
gastan por salir así en lugar de lucirte porque sos Charly García. Por ejemplo, el
teléfono: de cada diez llamadas, cinco son de conocidos y cinco no sé de quién. Algunos
te dicen que son el primo de la abuela de no sé quién. Otros son fans que me llaman para
criticarme, putearme o tirarme buenas ondas.
Hay épocas en que un grupo de minitas
consigue mi teléfono y me Ilama todos los días y por ahí no hablan sino que te pasan
música o te hacen ruidos extraños.
Y si vivís con alguien, el
asunto se torna pesado. Es un gasto.
De repente son las dos de la madrugada,
estoy durmiendo, suena el teléfono y se escucha una voz que dice: "Qué hacés,
Charly, vos sabés que te vi en el club Morón en el año 74. . .".
Y qué vas a decirle! No los
podés putear. Y toda esta mano te predispone contra la gente. Al final, s6lo pasás bola
cuanclo te llaman para criticarte, los elogios terminan siendo nada. Por eso me gusta, de
vez en cuando, borrarme y hacerme un lavado de cerebro. Luis Alberto Spinetta me carga
diciéndome que vamos a acabar como John Lennon, sólo que en vez de que el tipo nos mate
con un revólver, nos va a esperar en la puerta de nuestra casa con una honda y nos va a
dejar tuertos. ¡El atentado a un ídolo del subdesarrollo!
¿Te gusta el fòlklore?
--Sólo me gustan Ariel Ramírez, tocando la viola Falú, y cantando Mercedes Sosa y
Yupanqui. Los conjuntos folklóricos con el bombo no me gustan. Yo tengo más influencia
del tango y del bolero. Ahora estoy componiendo temas con la onda latina sin Ilegar a la
salsa. Creo que a través de los años fui asimilando un montón de vertientes musicales y
pienso que en todas partes del mundo pasó lo mismo. Hoy día, los músicos de cualquier
parte se conectan mucho más fácil entre sí. El folklore localista va a seguir, pero la
música con futuro es el rock o la canción internacional.
-¿Cómo ves al rock dentro de veinte años?
-Por ahí no se va a llamar rock, o sí, pero se va a fusionar. Creo que el rock tiende a
ser una música internacional. Creo que la música de Sudámerica se mezclará con el rock
y que todo va a ser diferente. Es la música de los medios de comunicación modernos. En
él las influencias van y vienen. Lo que va a desaparecer es el rock pesado, pues es un
campo muy restringido. Las cosas que vayan despacio van a desaparecer. Lo que sobrevivirá
en este mundo tecnológico será lo liviano y lo rápido. La onda tipo wagneriana
gigantesca también va a desaparecer, espero.
-La canción "Cuando ya me empiece a quedar solo ¿es la imagen que tenés
del futuro de Charly García ?
-Puede ser. Si uno lee la biografía de muchos artistas se da cuenta de que a varios les
pasó eso, en un momento determinado tenían un éxito terrible pero luego se quedaron
solos. Por ahí, cuando yo tenga 80 años, estaré con mis recuerdos de lo que me sucedió
con Sui Generis o Serú Girán y me como la galocha. Intuyo que voy a seguir tocando toda
mi vida y voy a seguir componiendo, me escuche o no me escuche la gente. Quizás aún
existan algunas personas que se interesan por mi música. Pero cuando uno está conectado
a la creatividad siempre tiene su tabla de salvación. Pienso que lo peor que existe para
una persona es dedicarle toda una vida a determinada actividad y que en algún momento se
corte todo. El otro día hablaba con Guillermo Vilas de este tema y él me explicaba que
cada vez se tenía que entrenar más para dar lo mismo que daba antes. Con un músico no
es lo mismo. Quizás la mejor música que componga la haga a los 60 años. Siempre hay una
esperanza de crear algo nuevo aunque sea fuera del rock pues mi meta no es ser un rockero
toda la vida. Sólo quiero ser un artista fiel a sus sentimientos. El resto, éxito o
fracaso, es algo que uno no puede manejar. Lo que sí puedo manejar es mi música y estoy
seguro de que ella nunca me abandonará.

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